La maratón de la Liga se decidió el año pasado al sprint, con un mano a mano entre el Barcelona y el Atlético de Madrid que se decidió sobre la misma línea de meta, tras descolgarse el Madrid en la última curva. Esta temporada puede ocurrir lo mismo, con la novedad de un cuarto aspirante, el Valencia. El equipo de Mestalla está a cuatro y ocho puntos de los dos primeros, con la baza de sus visitas al Santiago Bernabeu y el Camp Nou. El Atletico se ha alejado a nueve, pero con la posibilidad de dar un golpe de efecto en la penúltima jornada, cuando pasará por el Calderón el Barça. Ese partido es el que marca la diferencia en el calendario de las diez últimas jornadas de los dos grandes, separados por cuatro puntos tras el clásico y con el golaverage paticular para el Madrid.

Según la teoría de Luis Aragonés, por la que las ligas se resuelven en las diez últimas jornadas, cuatro equipos aspiran al título de la temporada 2014-15. Si introducimos otros factores, como la calidad y profundidad de las plantillas, lo más probable es que al final se imponga el bipartidismo Barcelona-Real Madrid. Tras el último parón de la temporada por los compromisos de la selección española, el domingo se reinicia una carrera frenética que no se detendrá hasta el 23 o 24 de mayo, con dos jornadas entre semana.

"La Liga se decidirá en la última jornada". Incluso cuando su equipo aventajaba al Barcelona en cuatro puntos, el entrenador del Madrid, Carlo Ancelotti, se atrevía a pronosticar emociones fuertes hasta el final del campeonato. Luis Enrique respalda a su colega y ya advirtió tras la victoria en el último clásico de que el Barça pasará por muchas dificultades en los diez partidos que quedan. Y no solo ante la perspectiva de visitar el Sánchez Pizjuán o el Vicente Calderón, sino con rivales teóricamente más débiles, contra los que su equipo ya sufrió tropiezos inesperados, como Getafe, Celta, Málaga o Real Sociedad.

Barça y Madrid compartirán seis de los diez rivales: Almería, Valencia y Getafe en casa; Celta, Sevilla y Espanyol fuera. Tres de los cuatro diferentes son de un nivel similar, pero en la penúltima jornada se anuncia un Atlético de Madrid-Bacelona que puede dar mucho juego. En caso de que el Atlético llegue con su clasificación decidida, el choque se prestará a todo tipo de especulaciones, ya que el equipo de Simeone puede favorecer las aspiraciones del Madrid.

Lo apretado del calendario obliga a echar un vistazo a los compromisos europeos de los dos grandes candidatos al título. Así, el Barcelona se verá obligado a afrontar la eliminatoria de cuartos de final frente al Paris Saint-Germain en el tramo liguero más comprometido: la ida entre la visita al Sánchez Pizjuán y el paso del Valencia por el Camp Nou; y cuatro días después de la vuelta, el compromiso en un campo tradicionalmente complicado, el de su vecino Espanyol. En principio, el Madrid tendrá un calendario más amable mientras dirime con el Atlético las semifinales europeas: Eibar y Málaga en el Bernabéu, además del Celta en Balaídos.

Si el Barça elimina al Paris Saint-Germain y el Madrid al Atlético, mayo tampoco dará respiro a los dos grandes aspirantes a la Liga. La ida de las semifinales pillarían al Barça entre la visita al Córdoba y la llegada de la Real Sociedad al Camp Nou; y la vuelta, justo antes del compromiso del Calderón. Para el Madrid, la ida de la penúltima eliminatoria europea quedaría encajada entre los dos partidos a priori más complicados del calendario liguero: viajará a Sevilla y recibirá al Valencia en casa; la vuelta sería justo antes de visitar unos de sus campos fetiche, el del Espanyol.