La selección española inicia esta tarde ante Bielorrusia (15 horas) el reto de defender el título de campeona del mundo que brillantemente conquistó hace dos años ejerciendo de anfitrión, un éxito que en caso de conseguirlo le daría además el codiciado billete para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016.

Los "Hispanos" se exhibieron hace dos años en un abarrotado Palau Sant Jordi de Barcelona para acabar con el "ogro" danés de forma contundente (35-19) y conquistar su segunda corona mundial ocho años después de la histórica de 2005 en Túnez.

Los "Hispanos" apenas han cambiado desde el gran éxito logrado hace dos años, manteniendo a diez de sus componentes. El principal cambio está en la dirección del equipo, pues Valero Rivera dejaba el banquillo tras la marcha de Juan de Dios Román de la presidencia de la Federación Española para convertirse en el seleccionador catarí, rival de España en esta primera fase. Ahora, y con Manolo Cadenas al frente, la base del combinado nacional es prácticamente la misma.

El gran Arpad Sterbik, lesionado, no estará bajo palos, pero la portería sigue bien resguardada con otro veterano como José Manuel Sierra y el joven valor que representa Gonzalo Pérez de Vargas, ya presente el año pasado en el Europeo de Dinamarca, donde continuaron los éxitos con un valioso bronce en el primer examen para el nuevo seleccionador.

Otro joven que entra es Alex Dujshebaev, hijo del exinternacional español y actual seleccionador de Hungría Talant Dujshebaev, que dotará de fortaleza a la primera línea, mientras que retorna un veterano como Chema Rodríguez para reforzar el puesto de central y ofrecer más variedad en ataque. Chema es junto a Albert Rocas y al asturiano Raúl Entrerríos, que hereda el brazalete de capitán de su hermano Alberto, uno de los tres supervivientes del equipo que ya logró el oro en Túnez hace diez años.

Los de Cadenas, un equipo que hace del bloque su mayor fortaleza, completaron su preparación en Oviedo adjudicándose el Memorial Domingo Bárcenas tras una trabajada victoria ante Hungría (27-25), un contundente triunfo frente a Noruega (38-20) y una remontada de mérito ante Polonia (33-28).

El formato del torneo repetirá el esquema estrenado en España y la actual campeona afrontará un primera fase de grupos (cuatro de seis equipos) relativamente sencilla donde el primer puesto es casi una obligación. Además de la Bielorrusia del gran Siarhey Rutenka, completan el grupo A: Eslovenia, semifinalista en 2013, Brasil, Chile y el "nuevo" Qatar de Valero Rivera, plagado de nacionalizados.

A partir de ahí, todo será ya a todo o nada con eliminatorias directas. El primero sería contra un, teóricamente, rival asequible en octavos que provenga del Grupo B (Croacia, Macedonia, Austria, Túnez, Bosnia e Irán). Pero a partir de ahí comenzarán los escollos con enemigos de mucho más nivel provenientes de los grupos C y el D, lo más potentes de la cita con otras favoritas como Francia, Dinamarca, Suecia, Polonia o la repescada Alemania, que no se clasificó, pero que llega con una invitación especial de la Federación Internacional.