El Euronics Fisiolife Moralejo volvió a acusar en este 2015 los mismos errores que arrastró durante la primera vuelta de la competición: la falta de efectividad y es que las dificultades para ver portería están saliendo demasiado caras en la plantilla de Eloy Alonso. En esta ocasión era Melilla el rival que visitaba el Ángel Nieto, un plantel que aspira a escalar puestos en la clasificación y que se llevó la victoria sin desplegar un gran juego pero sí estuvo más atento a la hora de aprovechar sus acciones de peligro (1-3). Por parte zamorana se trabajó pero no se brilló, aunque sí se pudo vivir el debut esta temporada de Pintado y Yuki que por fin tienen el alta federativa al igual que los canteranos Alberto y Chivu, aunque éste último no estuvo en la convocatoria.

Arrancó el encuentro y aunque eran los de Melilla los que tenían la posesión sí se pudieron ver aproximaciones en ambas porterías, la mejor una que tuvo Velasco y que pudo cambiar el devenir del duelo. Sin embargo no fue el Fútbol Sala Zamora sino los visitantes los que se adelantaron por mediación de Javaloy cuando el encuentro empezaba a decaer. El tedio se abría paso en un equipo al que no se le veía garra y una muestra fue que los primeros aplausos de la tarde se escucharon con el debut del japonés Yuki. Pasaban los minutos y el escenario no cambiaba y es que aunque los zamoranos tuvieron alguna oportunidad por mediación de Lescún, era un corto bagaje para lo que se podía prever. Gus se esforzaba bajo los palos para evitar que la distancia se ampliase en el marcador y es que lo mejor al descanso era el resultado de 0-1 ya que se veía que la victoria, con un golpe de suerte, era plausible.

La segunda mitad comenzó más intensa y con el Euronics buscando el gol que tuvieron Velasco y Pichón en sus botas, pero ninguno de los dos tuvieron ayer su mejor día. Los errores no forzados empezaban a aparecer y, de nuevo, el portero se alzaba como héroe. Gus no solo se encargaba de impedir más goles del Melilla, con buenas intervenciones, sino que también fue el autor del empate en el minuto 37 al poner un balón con el que sorprendió y que sus compañeros dejaron pasar para que se colara en la portería rival. Sin embargo, la alegría por el punto que parecía tenerse atado duró poco y un minuto más tarde Lluc volvía a adelantar a los suyos al rematar solo en el segundo palo.

Quedaba poco tiempo y Eloy Alonso quemó sus naves con el portero jugador (Rubén Cala) y, aunque sí es cierto que se tuvieron opciones y se avanzaron metros, no pudieron volver a batir a Cabezón. Al final, y sobre la bocina, el Melilla ponía la guinda a su pastel.