El británico Chris Froome se impuso en la cima del Mont Ventoux y agrandó la ventaja que tiene en la general con respecto a sus principales rivales, a los que también dominó en el otro final en alto del Tour de Francia.

El ciclista del Sky superó al colombiano Nairo Quintana, del Movistar, en 29 segundos, mientras que el español Alberto Contador, del Saxo, se hundió y cedió 1.40 segundos.

Antes que él entró el ciclista español del Euskaltel Mikel Nieve, bravo tercero de la etapa y que atacó al inicio del puerto.

Contador, ganador de las ediciones de 2007 y de 2009, sigue siendo tercero en la general a 4.25 de Froome y a 11 segundos del holandés Bauke Mollema (Belkin), que logró mantener la segunda posición.

Froome volvió a demostrar que está un escalón por encima del resto. Arropado por dos compañeros en el inicio del ascenso al "monte pelado", que hicieron la selección, el segundo mantuvo un control absoluto de la carrera.

A los 7 kilómetros para la meta, cuando consideró que Contador, el único que había mantenido el ritmo impuesto por el australiano Richie Porte, estaba tocado, aceleró sin levantarse de la bicicleta se quedó solo.

Fue una aceleración terrible, a un pedaleo de "molinillo" que pareció una corriente de aire en la subida a un puerto donde falta el oxígeno.

Se llevó por delante todas las dudas que había dejado crecer en los días anteriores, cuando se mantuvo sin equipo, a expensas de los ataques de sus rivales.

En pocos segundos atrapó al colombiano Nairo Quintana (Movistar), que había sido el primero de los de arriba en atacar, casi al inicio del puerto de 20 kilómetros con una pendiente media del 7,5 %.

Juntos hicieron buena parte de ascenso y en algún punto parecían colaborar, aunque era el maillot amarillo el que más tiempo estaba en cabeza.

A falta de kilómetro y medio aceleró de nuevo y se quedó solo, aislado esta vez en la cabeza de carrera para asentar un nuevo golpe al Tour, como el que dio en la cima pirenaica de Ax 3 Domaines, primer final en alto de este Tour centenario, y en la contrarreloj del Mont-Saint-Michel, donde fue segundo de la etapa pero aventajó al resto de los candidatos a la victoria final.

Froome, el británico nacido en Kenia, el hombre que el año pasado pareció correr con el freno de mano para no robar la victoria a su compañero Bradley Wiggins, corrió a asentar un nuevo golpe de gracia a un Tour que ya le parecía prometido.

Por detrás, Contador no solo no reaccionó si no que pareció llegar en malas condiciones. El madrileño se colocó a rueda de Mikel Nieve, el ciclista del Euskaltel que había saltado a principio del Tour y que se mantuvo fugado durante todo el ascenso.

Al final, ni siquiera pudo seguir la rueda del vasco y entró en un "grupetto" con su compañero Roman Kreuziger.

Solo le robó 6 segundos al holandés Mollema, que aguanta en el segundo lugar de la general.

Con su segundo puesto de la etapa, Quintana ganó dos puestos en la general y es ahora sexto a 5.47 de Froome y a 1.22 segundos del podium que se ha convertido en su objetivo en el Tour.

Además, el ciclista del Movistar recuperó el jersey blanco que señala como mejor joven de la general y que hasta ahora vestía el polaco Michal Kreuziger