El italiano Matteo Trentin (Omega) se llevó el premio gordo en la primera escapada que prosperó en la presente edición del Tour, en una jornada sofocante de calor que permitió al líder, el británico Chris Froome, y sus opositores pasar una verdadera jornada de transición ante el final hoy en el Mont Ventoux.

Trentin, un joven de 23 años que fichó por el Omega para hacer de lanzador de Cavendish, fue el más rápido en el grupo de fuga y se apuntó su primera victoria grande ante el suizo Albasini (BMC) y el estadounidense Talansky (Garmin).

Perdió la ocasión de su vida el español José Joaquín Rojas (Movistar), que se fundió en las maniobras de aproximación y levantó el pie antes de tiempo. Fue cuarto por delante del también español Egoitz García (Cofidis).

En la general no hubo cambios en la zona noble, y Froome llegará al «Gigante de Provenza» con una ventaja de 2.28 minutos a Bauke Mollema (Belkin) y de 2.45 respecto a Alberto Contador.

Después de la tempestad del viernes llegó la calma. Con un recorrido jalonado por siete pequeñas cotas se formó pronto una escapada numerosa que incluía a los españoles Rojas, Erviti y Egoitz García, y a algún ganador de etapa en el Tour como Voigt, Millar o Baukelants.

Peligro para los favoritos, ninguno; ganas de echar abajo la fuga por parte de los equipos de los favoritos, ninguna. Así que enseguida se vio que la etapa se las iban a jugar los aventureros.

El grupo se integró en el proyecto hasta que empezaron a aflorar los diversos intereses. Rojas quería sprint -su compañero Erviti fue el que más trabajó a lo largo del día en beneficio de los fugados-, pero se dejó las fuerzas para responder a los saltos que se sucedían al final. Trató de irse David Millar, a su estilo, desde lejos; y el francés Simon atacó en la Cota de la Croix-Rousse, última dificultad del día, a 15 de meta.

Simon abrió hueco, pero no pudo adelantar la fiesta nacional francesa porque por detrás hubo reacción. En la inmensa recta de llegada de Lyon se lanzó primero Burghadt y enseguida le cogieron la rueda Talansky y Albasini.

Entonces apareció la pujante juventud de Trentin para llevarse elos honores d ela jornada, después de que a comienzos de temporada sufriera una fractura de escafoides.

«A descansar y al Ventoux», decía Contador en la meta, mientras Alejandro Valverde y el Movistar masticaban venganza por lo ocurrido el viernes. Llega hoy una de las citas claves del Tour del centenario. El Mont Ventoux, la montaña ventosa y pelada será un horno, con una previsión superior a los 33 grados de temperatura.

El nuevo Tour que salió de los abanicos de Saint Amand Montrond espera a los primeros actores, que deberán recorrer 220 kilómetros, salteados con tres cotas de cuarta y una de tercera, antes de llegar al pie del Ventoux; uno de los puertos más terribles de Francia, un mito vivo de 21 kilómetros desprovistos de vegetación, en un paisaje lunar que se pueden convertir en un calvario si aprieta el calor.

Los corredores pasarán de los 330 metros sobre el nivel del mar de Bédon, a pie de puerto, a los 1.912 de la cima legendaria en cuyo ascenso falleció en 1967 Tom Simpson. Desnivel medio del 7,5 por ciento, casi constante, suficiente para convertirle en un lugar propicio para los ataques entre los favoritos, en vísperas de una jornada de descanso que abrirá la traca final del Tour.