Alcanzado el fin de temporada, el puzzle vuelve a repetirse: los conjuntos de Segunda División B hacen sus cálculos para formar los cuatro grupos de la categoría conforme a sus intereses. En el caso de los rojiblancos, el presidente, Segismundo Ferrero, cree que sería positivo mantenerse en el mismo cuadro que esta pasada temporada, algo que permitiría enfrentarse a conjuntos madrileños, asturianos, gallegos y un canario, además de los castellano y leoneses, y es que, además de abaratar en líneas generales los desplazamientos, cree que estos contrincantes son más atractivos para el socio y, por tanto, para la taquilla, además de razones competitivas de peso.

Mantenerse en el grupo I evitaría enfrentarse a los conjuntos vascos (considerados por algunos los más potentes de la categoría) y a los conjuntos descendidos de Segunda División. Lo cierto es que esta propuesta tiene sus propios problemas puesto que incluiría a seis equipos madrileños (Leganés, Fuenlabrada, Madrid C, Atlético B, Getafe B y Puerta Bonita), cinco asturianos (Oviedo, Caudal, Avilés, Marino y Sporting B), cinco gallegos (Coruxo, Ourense, Ferrol, Celta B y Compostela), un canario (Las Palmas B), que siempre va con Madrid, y cinco castellano y leoneses; Cultural, Guijuelo, Burgos, Zamora y el nuevo Salamanca, puesto que desde la capital charra están convencidos de que conseguirán competir en bronce y opinan que podría ocurrir como la temporada pasada con el Orihuela y que sean los tribunales los que obliguen a la Federación a rectificar. Este posible grupo no es factible tal y como está en este momento y es que supone 22 conjuntos con lo que «sobrarían» dos. Llegados a este punto, habría que esperar para ver lo que sucede el viernes, fecha máxima para que los equipos que están obligados presenten el aval (el club rojiblanco es uno de ellos), y una vez confirmadas las 80 plazas de la Segunda B, empezar a configurar la categoría. En caso de que uno de estos 22 falle, una propuesta que está encima de la mesa de algunas entidades es que el recién ascendido Burgos se separe del resto de equipos de la Comunidad y pase con los conjuntos vascos, cántabros, riojanos, navarros, aragoneses y extremeños. De cumplirse esta premisa, el grupo III podría estar compuesto por catalanes, valencianos y baleares, y en el grupo IV competirían andaluces, manchegos, murcianos y el Melilla.

No obstante, no es habitual que la Federación Española acceda a dividir a los equipos de una misma región en diferentes grupos, pero es una práctica que cuenta con antecedentes. El principal escollo en este supuesto sería la postura del Burgos. El conjunto burgalés se encuentra en pleno proceso electoral que definirá su futuro inmediato y aún no se ha pronunciado sobre la composición de los grupos. En anteriores temporadas en Segunda B, el Burgos siempre ha defendido la presencia de los castellanos y leoneses con los equipos del País Vasco, ya que a nivel de desplazamientos encuentra numerosas ventajas. Los cálculos que se han hecho hasta la fecha están, como cada verano, condicionados por diversos factores. Uno de ellos es la ya nombrada posible desaparición del Salamanca y el descenso administrativo de la Gimnástica de Torrelavega, además que son muchos los que buscan ahora respaldo económico que garantice su continuidad.

La propuesta de mantener el grupo I tal y como se conoció la pasada temporada no es la única que manejan los equipos. Existe otra posibilidad que eliminaría a los madrileños del grupo del Zamora CF y que estaría formada asturianos (5), gallegos (5), cántabros (3), castellano y leoneses (5) y extremeños (2). Llegados a esta situación, habrá que esperar unos días para ver cuales son finalmente los 80 equipos que ocupan las plazas de Segunda División B y una vez conocidas, que las distintas Federaciones Territoriales hagan sus propuestas, aunque la decisión final la tendrá la RFEF.