Optimista, Roberto Aguirre restaba importancia a lo acontecido ayer durante el entrenamiento de su equipo, en el que tanto Jacobo Trigo como Sergio García y Dani Hernández se retiraban antes de finalizar la sesión. El técnico es consciente de lo que el equipo se juega esta semana y, simplemente, parece estar dosificando a sus hombres.

«Jacobo llega perfectamente al partido, y Sergio también está muy bien. Hemos procurado no saturarle pues viene de una lesión muy reciente, pero estarán en el partido al igual que Dani», señaló el técnico tras la sesión en la que Manu Arias fue el protagonista.

El central es importante para el mister, pero el asturiano sabe que «lleva mucho tiempo fuera por una lesión grave, lo ha pasado muy mal y vuelve a ver la luz con el alta» pero «aunque lleva ya unas semanas entrenado, para Manu sería bueno una pretemporada con partidos amistosos». Aguirre quiere ver «como va evolucionando en los entrenamientos, como se acondiciona y las urgencias que puede tener el equipo» antes de tomar una mala decisión. En su opinión, Arias necesita «un proceso previo a su posible entrada» en el campo.

En cuanto al trabajo realizado durante los últimos días, Aguirre asegura que se ha trabajado «bajo unos factores que no ayudaban nada, el viento y la lluvia han complicado las cosas» pero que, precisamente, «puede ser bueno ya que no se exactamente como puede estar Miramar».

De cara a ese duelo, el míster asegura que lo importante para el Zamora será «cuidar nuestra propia esencia. Intentar que podamos competir haciendo lo nuestro y queriendo mostrar allí nuestras virtudes. Somos un equipo en ataque muy rápido y casi todos cambian cuando juegan contra nosotros, pocos equipos no aplican variantes ofensivas para controlar nuestra velocidad. Y nosotros no podemos prescindir de eso», aseguraba el asturiano, reconociendo a continuación que, aún así, «hay que adaptarse y entender la dirección que puede tomar el rival y el partido».

Un proceso de adaptación en el que tendrá mucho que decir el estado del campo. «Hay que estar preparados para todo. Debemos de considerar esos factores como determinantes del posible desarrollo del partido y hay que controlarlos. Pero que nos prive a nosotros de aprovechar lo que hacemos bien, especialmente en ataque», aseguraba el técnico porque, para él «hay que encontrar ese punto de equilibrio» entre lo que asusta al rival y las condiciones del duelo.

Respecto a su rival, el Marino de Luanco, Aguirre indicó que «Hizo una buena primera vuelta, destacando su ataque con Juanma, Rober, Alex a gran nivel. Se aprovechó de ello y, en defensa, cuentan con experiencia en sus filas. Sin embargo, luego han tenido problemas de lesiones y llegan al envite con cuatro derrotas conscutivas. Han perdido esa brillantez y debemos sacar fruto de sus dudas. Nosotros vamos sin miedo, a conseguir los tres puntos y así dibujar un panorama más favorable, acercándolos en la clasificación y tomando distancia respecto a otros rivales».