J. M. M.

Cristiano Ronaldo sigue sin recuperar la alegría en el Real Madrid. Los resultados este año no ayudan y la votación del próximo «Balón de oro», con el barcelonista Messi nuevamente como favorito, pueden suponer un nuevo bajón anímico del portugués. Tal es la situación que el deportivo «As» daba por seguro en su edición de ayer que el portugués no renovará su contrato con el Real Madrid, que vence en 2015, por lo que el club sólo tiene dos opciones: venderlo antes de esa fecha o hacerle cumplir los dos años que restan de contrato y dejarlo marchar sin recibir un duro al término del mismo.

Cristiano Ronaldo cobra 10 millones netos por temporada y tiene sobre la mesa una oferta del club para ampliar el actual contrato, que vence en junio de 2015, por tres temporadas más y 15 millones netos por cada una. Pero el portugués se siente poco arropado por el club, y aunque calla sus opiniones éstas son bien conocidas. Su compatriota Pepe las expresaba ayer mismo en un entrevista a un diario luso: «Los portugueses nos sentimos perseguidos en el Real Madrid».

Retener a un jugador en contra de su voluntad suele ser mal negocio (es el actual caso de Fernando Llorente en el Athletic), por lo que, de confirmarse la decisión de Cristiano de no aceptar la renovación, el Madrid tendría que poner al delantero portugués en el mercado y ahí aparece en primer lugar el nombre del Paris Saint-Germain, el nuevo «Midas» del fútbol europeo gracias a los millones del petróleo catarí.