A todas las ausencias y reestructuraciones a las que ha tenido que hacer frente el entrenador, también hay que sumar la falta de estabilidad institucional que han sentido y como les han salpicado los problemas económicos ya que ahora afrontan las vacaciones con noviembre en deuda y diciembre en el aire. A pesar de todo, en el vestuario están muy animados y con ganas de dar carpetazo definitivo a un 'annus horribilis' que han conseguido zanjar con dignidad a la espera de que 2013 les traiga todo lo que les ha robado el año anterior.

Mención aparte merecen los doce meses que se han vivido en la planta noble del Ruta de la Plata. Lo que empezó con una directiva que parecía entenderse a la perfección terminó en el mes de junio con los dos hombres fuertes de Maxi Martín destituidos por diferencias irreconciliables. Martín continuó al frente y a lo largo de los meses se fueron incorporando más profesionales al equipo de trabajo, aunque lo preocupante fue el estado de las cuentas.

Bien es cierto que a su llegada en 2011 se encontraron con un déficit en las cuentas que no fueron capaces de solventar, y que incluso se incrementó a los 250.000 euros. En el momento de presentar los presupuestos de la actual temporada esa era también la cifra con la que esperaban cerrar en junio de 2013, aunque todo se fue precipitando. Las llamadas de auxilio de la directiva fueron una constante para devolver la liquidez a las arcas y también salir a competir puesto que se les obligaba a presentar un aval de 125.000 euros en el mes de julio, un grito de socorro al que respondió la diputación adelantándoles subvención y media que pudieran servir como garantía. Sin embargo, los problemas financieros continuaron y no se encontraba la puerta salvadora. La situación extrema llevó a la marcha de Maxi Martín que decidió abandonar el cargo y su directiva quedó como gestora con la única obligación de convocar unas elecciones a las que nadie se presentó el pasado mes de noviembre, aunque también dio tiempo a que los socios negaran la posibilidad de llevar a cabo un cambio de modelo del club y es que la posibilidad de Sociedad Anónima Deportiva contó con solo dos votos a favor.

Así, sin presidente y con vacío de poder se llegó a la actualidad, pero ahora el panorama ha variado ligeramente ya que la gestora, presidida por Isaac Macías, aceptó seguir aunque legitimada por los socios y eximida de responsabilidad. No obstante, sí tienen el compromiso de trabajar duro ya que la situación es complicada. El último mensaje fue claro y es que si se continúa con el mismo ritmo de gastos e ingresos, la deuda a final de año se disparará al medio millón de euros. De este modo, ahora toca recortar, tal y como anunciaron, y no se descarta que se produzcan cambios en la plantilla del primer equipo puesto que hay jugadores que podrían aceptar ofertas de otros clubes por los que han sido tentados.

Todo se irán viendo con el paso de las semanas, pero ahora se dice adiós a un 2012 muy movido aunque con más sombras que luces.

Viene de la página anterior