Odriozola fue reelegido para un séptimo mandato como presidente de la Federación Española de Atletismo con 96 votos frente a los 44 del otro candidato, Vicente Añó, que fue durante veinte años su vicepresidente.

«Esto me da ánimos para trabajar todavía más por el atletismo español. Confío en tener vuestra colaboración, sin la cual no será posible sacar adelante los planes que tenemos en marcha», fueron las primeras palabras de Odriozola a la asamblea que le apoyó.

Con 143 miembros de la asamblea presentes de los 147 posibles, y dado que sólo había dos candidatos, según el reglamento electoral bastaba con obtener mayoría simple en primera instancia.

El desarrollo del recuento no dejó ningún lugar a la emoción. Odrizola sumó el primer voto y a partir de un 2-1 su ventaja fue aumentando (16-6, 50-17, 60-22). Cuando alcanzó los 72 votos que le aseguraban la reelección, Añó estaba en 26.

Odriozola, de 73 años, catedrático de bioquímica en excedencia, casado y con dos hijos, llegó a la presidencia de la Federación Española en 1989 al vencer en las elecciones al candidato oficial, Guillermo Ros, que había sido propuesto por el entonces presidente, Juan Manuel de Hoz.

Tras ser reelegido para su séptimo ciclo al frente de la Federación, Odriozola afirmó: «Es mi último mandato. No hago muchas promesas pero las que hago las cumplo. Intentaré que la transición se haga de la manera más consensuada posible, que sea la persona que el atletismo español decida».

«Me creo bastante capacitado, modestia aparte», prosiguió. «Mis conocimientos de este deporte son bastante amplios y tengo experiencia de tantos años lidiando con los problemas que surgen, rodeado del mejor equipo posible. Modestia aparte, somos la admiración de otras federaciones en España y fuera».

Odriozola aseguró que el resultado de la votación de la asamblea (96 votos frente a los 44 de su rival, Vicente Añó) ha sido «más o menos el resultado esperado. Había calculado alrededor de cien votos, ha habido tres votos en blanco, más o menos lo esperado».

Odriozola reconoció la dificultad de obtener buenos resultados en alta competición, en los grandes campeonatos ya que «cada vez la competencia es mayor en el mundo y sacar medallas es cada vez más complicado, pero es nuestra meta», afirmó.