Ya sea obligado por las circunstancias de las lesiones, por lo corta que es la plantilla o por voluntad propia, lo cierto es que la apuesta de Roberto Aguirre por los jugadores de la casa es algo que queda patente semana tras semana. Han sido muchos los futbolistas zamoranos que han debutado en el primer equipo desde que el asturiano llegó al banquillo hace casi dos años, algo que demuestra que ha cumplido con una de las premisas que se le marcó a su llegada a la entidad y después en sus sucesivas renovaciones. Es una realidad que en la expedición rojiblanca desplazada a Tenerife este fin de semana había un total de nueve zamoranos de la lista de 16, y ocho de ellos tuvieron sus minutos ante el CD Marino.

Así, de inicio, estuvieron el portero Miguel, Dani Mateos, Dani Hernández, Miguel Santos y Javi Rodríguez, para después dar paso a Jorge Hernández, Cristian y Hugo Aguado.

Todos ellos se han convertido en un espejo en el que los jóvenes valores que tiene el Zamora CF se miran con deseos de llegar a defender la camiseta, al igual que Jarabo, que viajó con los mayores pero ayer no tuvo su oportunidad, aunque sí sabe ya lo que es jugar en Segunda División B.

Además, hay otros tres jugadores «de la tierra» en la plantilla del primer equipo como son Agustín Villar, Manu Arias y Sergio García (todos ellos bajas de larga duración), y en el cómputo global sí se podría afirmar que el Zamora es uno de los conjuntos que más integrantes autóctonos tiene.

De hecho, algunos de los que llegaron para suplir una ausencia puntual, terminaron por ser titulares indiscutibles y como ejemplo está Dani Mateos que salvo por bajas obligadas está siempre en el once inicial.

Asimismo, es uno de los grupos de la Segunda División B, sin contar algunos de los filiales, más jóvenes de la categoría, un hecho que también les puede pasar factura en ciertos momentos al pecar de inexperiencia, pero esta media de edad también les otorga otras virtudes como las ganas, la fuerza y la ilusión.