CD. Unami CP.: Mario, Maroto, Fran, Laruso, Pocho, Mariano (Víctor Roldán, 83´), Chechu, Seta (Álex, 57´), Quino, Otero, Ismael (Juanlu, 57´).

GCE. Villaralbo CF.: Puras, Aitor, Skope, Saúl, Villarchao, Carlos, Humpy, Eli (Josu, 57´), Noel (Javi, 63´), Cristian, Richard (Pablo Carbajal, 73´).

Goles: 0-1 (77´): Pablo Carbajal.

Árbitro: Gómez González (Colegio castellano leonés. Delegación de León). Tarjetas amarillas a Fran; Cristian, Skope.

Campo: La Albuera, 200 espectadores.

Valiosísima victoria la del Villaralbo ante un rival directo como el Unami. Los villaralbinos suman así tres puntos de oro que le suponen un auténtico balón de oxígeno. El solitario gol de Pablo Carbajal, que lo logró cuando solo hacía cuatro minutos que había saltado al terreno de juego, podría llegar a valer una salvación. Y es que no solo suma tres puntos el Villaralbo, se los resta al Unami al que ahora tan solo le separan dos puntos en la tabla clasificatoria.

El Villaralbo salió frío al césped de La Albuera. Los de Manu Fuentes empezaron completamente apáticos, sin presionar y sin tener el control de la posesión ante un Unami que sí salió en plan dominador. Fruto de este dominio el campo se inclinaba cada vez más del lado de los locales y, consecuencia de ello, en el minuto 5 se produjo una doble ocasión por parte de los locales. Otero botó una falta lateral y Maroto intentó rematar en el segundo palo. Afortunadamente para el Villaralbo, su defensa Aitor despejó lo justo para mandar el esférico a saque de esquina. No se había acabado el sufrimiento para los zamoranos porque en este córner el balón, fruto de un rechace, llegó al borde del área y, sin dejarla caer, Chechu la empalmó obligando al guardameta Puras a realizar un gran intervención, tocó el balón con la punta de los dedos consiguiendo enviar el balón al palo.

El Villaralbo mostraba todas sus carencias y demostraba el por qué está tan mal clasificado. Su centro del campo no existía, era incapaz de conectar dos pases seguidos y estaba a merced de su rival, un Unami también con muchas limitaciones. El equipo azul marino, de hecho, prácticamente no pisó el campo contrario hasta pasados los primeros veinte minutos. Su táctica se limitaba a enviar balones largos en diagonal a ver si alguno de sus puntas, Cristian o Richard, cazaban algún balón y podían hacer daño a la contra. Precisamente en una falta lateral llegó la ocasión más clara del Villaralbo en el primer acto. Richard centró y el balón se fue envenenando hasta el punto de que el meta local Mario tuvo que tocar el balón para desviarlo llegando a tocar éste el larguero.

La ocasión animó a los de Villaralbo que, al menos, lograron equilibrar el partido y sacudirse el dominio del Unami. De hecho, ambas escuadras mostraron todas sus carencias y justificaban porque ocupan ambas puestos de descenso. Esta dinámica beneficiaba más al Villaralbo ya que, al menos, mostraban una buena capacidad defensiva ya que jugaban muy bien replegados atrás, muy ordenados y sin espacios a la espalda de su defensa.

El único pero para los de Manu Fuentes es que eran incapaces de lanzar ningún contragolpe con el que crear peligro sobre la meta del equipo local. Esta tónica no era muy entretenida para los 200 parroquianos que se dieron cita en La Albuera porque en esta primera parte solo pudieron ver la doble ocasión de su equipo a los cinco minutos.

A partir del minuto 20 el partido se convirtió en una clase de centrocampismo, imprecisiones y ninguna aproximación a las porterías. Haciendo bostezar a los aficionados se marcharon ambos equipos a vestuarios en la que fue una aburrida primera parte. El segundo acto empezó como el primero, con el Unami llevando el peso del partido pero sin incomodar a la defensa visitante. El Villaralbo controlaba sin problemas a su rival pero su presencia en ataque era completamente nula.

De hecho, la misión de los de Manu Fuentes era evitar encajar un gol por lo que se limitaban a anular a su rival pero no a crear juego. Además, aprovechaban el poco acierto de los delanteros locales, en espacial de un Otero muy espeso.

Con todo, los locales se pudieron adelantar en el minuto 64 cuando Quino recogió un balón en el área y su fuerte disparo lo despejó a saque de esquina Puras. Los locales seguían insistiendo en romper el muro de los zamoranos que practicaban un auténtico Catennaccio. Sin embargo, el contragolpe definitivo lo encontraron en el minuto 77. Como no fue en una jugada típica del fútbol inglés de antaño, no podía ser de otra manera. Puras sacó en largo un saque de puerta, la defensa del Unami estuvo desacertada y cometió el gran error de dejar botar el balón, hecho que aprovechó Pablo Carbajal para quedárselo, regatear a Mario y poner un increíble 0-1 que no hacía justicia a lo visto en el terreno de juego. Como diría Manuel Fuentes tras al partido, por una vez «ellos pusieron el fútbol y las ocasiones y nosotros el juego». El gol enrabietó aún más al Unami mientras que el Villaralbo se agazapó detrás más si cabe, con diez defensas colgados del larguero prácticamente.

Pudieron empatar y hasta remontar los locales, cinco minutos después del gol el jugador local Juanlu disparó fuera del área al poste. Tres minutos más tarde, Maroto remató y el balón volvió a ser repelido por un poste. En el minuto 91 Víctor Roldán tuvo el empate pero su chut, tras un buen pase de Álex, salió fuera rozando el palo.