La plantilla del Palencia se encerrará en el vestuario desde hoy como medida de protesta ante la negativa del Ayuntamiento y la Diputación Provincial a abonar las subvenciones comprometidas. Este dinero permitiría la supervivencia del club, inmerso en concurso de acreedores, dada la falta de ingresos para hacer frente a los pagos y a la deuda acumulada de 1,7 millones.