La semana no ha empezado todo lo bien que se esperaba para el Zamora, aunque en el cuerpo técnico creen que no hay que encender las alarmas. El esfuerzo del último encuentro ante el Burgos ha pasado factura a algunos de los integrantes del primer equipo y ahora mismo son cuatro los jugadores que se encuentran entre algodones, pero ninguno de ellos reviste gravedad. A la situación de Manu Arias y Dani Palacios, con una talalgia y el tobillo hinchado, respectivamente, se han unido como tocados Jacobo Trigo, con sobrecarga, y Sergio Sánchez, que también tiene la zona del recto anterior algo cargada. Todos ellos hicieron ayer un trabajo especial, aunque por la mañana tampoco trabajaron con el grupo Miguel Santos, con leves molestias en la rodilla pero que se sumó al resto por la tarde, ni Dani Mateos, con un fuerte golpe en el cuádriceps, que realizó carrera continua.

El entrenador está convencido de que todos ellos se incorporarán en breve a la plantilla para culminar la preparación antes del comienzo de la Liga, y no teme que esto vaya a influir en el arranque de la competición, momento en el que está seguro que tendrá a todos a su disposición.

Así opina también Sergio Sánchez que el pasado sábado ante el Burgos jugó sus primeros 25 minutos tras la rotura de fibras que sufrió la pasada temporada en el campo del Lemona, en Arlonagusia. «Me encontré bien. Golpeé y no me dolió pero sí es cierto que hoy (por ayer) tengo algo cargada la zona. Los médicos me han dicho que la rotura está totalmente cicatrizada, pero quedan tejidos fibrosos y ahora tiene que coger elasticidad», explicó el portero rojiblanco.

Así, el cancerbero aseguró encontrarse en buenas condiciones después de meses tratándose la lesión y en reposo, aunque «con precaución porque es un músculo que utilizamos mucho». Hoy continúa el trabajo y lo previsto es que vuelvan al campo del Moraleja del Vino, donde ya la pasada semana trabajaron una mañana.