Martín Ramos iniciará hoy el «trekking» de aproximación al Kanchenjunga, la que puede convertirse en su novena cumbre de más de ocho mil metros. El montañero zamorano viajó junto a su compañero Jorge Egocheaga a Katmandú (Nepal) en avión y sin más dilaciones, tras dos días de carretera, tomaron un nuevo vuelo en avioneta para alcanzar el aeródromo de Taplejung (1.780 metros).

Tras pernoctar en el pequeño pueblo de Suketar, hoy se iniciará la exigente marcha a pie hacia el campo base que suele realizarse en trece días, aunque esperan poder cubrirla en menos tiempo.

Los primeros días del «trekking» serán por la jungla nepalí, por unos valles secundarios con pequeñas poblaciones que mantienen muy escaso contacto con occidente. Es la región más oriental de Nepal, donde las guerrillas comunistas suelen crear muchos problemas tanto a los habitantes de la zona como a los montañeros, únicos extranjeros que se adentran en la zona.

Los últimos tres o cuatro días de marcha se realizan ya por el glaciar principal que comienza en el campo base del Kangchenjunga, situado a 5.500 metros de altitud.

Cada expedición traza su propia estrategia de ataque a la montaña y en este sentido, Ramos y Egocheaga suelen ser bastante particulares. Ellos decidirán una vez en el campo base cuántos y donde instalarán los campos de altura. Lo habitual es establecer un primer campo a unos 6.200 metros que se alcanza tras superar un laberinto de grietas primero, largas palas de nieve a lado de un cortado de unos 400 metros y una zona mucho más empinada en la que ya es necesario instalar cuerdas fijas.

El campo 2 se instala ya a 7.000 metros tras un primer descenso a un valle glaciar para continuar por una cascada de hielo. Y por último, se suele montar una última tienda en torno a los 7.900 metros, pensando sobre todo en contar con un lugar de descanso el descenso desde los 8.586 metros.

Los montañeros mejor dotados físicamente, como puede ser el caso de Ramos y Egocheaga, suelen realizar el ataque a la cumbre subiendo en una jornada al campo 2 para intentar coronar al día siguiente.

Por otra parte, el alpinista abulense Carlos Soria deberá esperar al menos una semana para iniciar el ascenso a la cumbre del Annapurna, que podría convertirse en su duodécimo 'ochomil', ya que las condiciones meteorológicas no son las más adecuadas, con vientos de hasta 90 kilómetros por hora en la cima. «Ya lo tenemos todo preparado para poder subir a la cumbre del Annapurna en cuanto sea posible. Sólo dependemos de la meteorología, y de eso estamos pendientes. Todos los pronósticos indican que tendremos que esperar al menos una semana, porque desde ahora hasta el domingo, aunque tendremos mañanas soleadas, por las tardes se espera que nieve casi todos los días», escribe en su diario. El abulense también destacó la complejidad que aporta el viento en la cumbre que se espera alcance rachas de hasta 90 kilómetros por hora. Hace inviable cualquier intento de acercarse a la cima de la montaña.