GCE Villar albo 1

UD Salamanca 0

GCE Villaralbo CF: Pedro, Regino, Vilarchao, Charly, Bastida, Gonzalo, Manu, Obispo, Raúl Torres, Zambrano y Ramón - también jugaron - Trujillo, José Luis, David Carmona, Héctor Antón, Villa y Héctor Marcos.

UD Salamanca: Bernabé, Andrés, Diego Reyes, Cuadrado, José Ángel, Sergio Ramos, Sergio García, Yuma, Javi, Carlos y Coque - también jugaron - Chopi, Sito Castro, Juan, Álvaro y Jeremy.

Goles: 1-0, min. 93: Regino roba una pelota en el centro del campo y manda un pase cruzado para Carmona, que, tras zafarse del marcaje del central, cruza la pelota hacia el fondo de las mallas desde dentro del área.

Árbitro: Dirigió la contienda el colegiado zamorano Juan Busto, asistido en las bandas por Iglesias Gil y Tamame Bartolomé. Amonestó, por el GCE Villaralbo, a Vilarchao (min. 34) y a Regino (min. 65), mientras que, por parte de la UD Salamanca recibieron cartulina Sergio Ramos (min. 49) y Diego Reyes (min. 90).

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda fase de la Copa Federación de Castilla y León, disputado en la Ciudad Deportiva «Fernández García», ante unos 600 espectadores. El GCE Villaralbo accede, tras su victoria a las semifinales de la competición.

Manuel Herrera

No hay dos sin tres. Después de eliminar al Zamora CF y al CD Guijuelo en la primera ronda de la Copa Federación Castilla y León, el GCE Villaralbo ha logrado dejar en la cuneta a otro equipo más de Segunda División B. En esta ocasión, la víctima ha sido la UD Salamanca, que, tras un partido muy igualado, claudicó en el descuento después de un buen tanto de David Carmona. De esta manera, el conjunto azulón se ha clasificado para las semifinales de la competición y espera ya a su rival, que saldrá del enfrentamiento entre el Atlético Bembibre y la SD Ponferradina.

El choque no tuvo demasiada historia. Las fuerzas estuvieron realmente equilibradas y ambos contendientes centraron la batalla en el centro del campo, sin pisar demasiado las áreas. La Unión Deportiva Salamanca salió más fuerte, tratando de imponer su ritmo y con la intención de dejar patente, desde un primer momento, la diferencia de categoría existente entre ambos equipos. No obstante, el GCE Villaralbo no se descompuso en ningún momento y mantuvo la serenidad y un orden táctico impecable que imposibilitó la labor a los hombres de creación del centro del campo charro.

De este modo, durante los primeros compases de juego, el conjunto de Balta dominó el juego, pero lo hizo de una forma estéril. Tan solo el zamorano Sergio García trató de romper la monotonía con un par de internadas por la banda derecha que tampoco pusieron en demasiados apuros a la zaga azulona, que vivía con una cierta tranquilidad ante la ausencia de un referente ofensivo potente, dadas las bajas de Igor y Marcos Márquez que obligaron al entrenador charro a situar al canterano Javi en la posición de ariete.

Posteriormente, a medida que iban pasando los minutos, el GCE Villaralbo fue saliendo de la cueva y comenzó a tener más la pelota, como había reclamado Rubén de la Barrera en la previa del encuentro. Los jugadores azulones tampoco llegaban a portería, pero, al menos, controlaban el juego y plantaban cara al potente conjunto charro, que parecía un tanto aletargado y casi perezoso ante la dura batalla física que le estaba planteando su rival.

De esta manera, transcurrió, prácticamente, todo el primer tiempo, unos 45 minutos en los que los porteros podrían haberse quedado en el banquillo y que se convirtieron en una tortura para el público, que solo se levantó de sus asientos para ovacionar la única buena jugada de la primera mitad, protagonizada por Luis Zambrano. En el minuto 40, el «diez»» azulón controló la pelota en tres cuartos de cancha, escorado a la izquierda, e inició un eslalon sublime, en el que dejó atrás a cuatro zagueros charros antes de dar un pase de la muerte que, finalmente, no llegó a los pies de Raúl Torres.

El segundo tiempo comenzó más animado, con el GCE Villaralbo más metido en el encuentro y con más ganas de divertir a los suyos ante un plano e indolente rival que, en ningún momento, evidenció la categoría que se le presupone. De este modo, el conjunto azulón iba a tener las dos mejores ocasiones del encuentro hasta ese momento, ambas protagonizadas por Gonzalo Hinojal, que ayer realizó una labor inconmensurable en el centro del campo villaralbino y se erigió como la gran figura del choque. Primero, en el minuto 49, el exjugador del Zamora CF remató de cabeza completamente solo desde el borde del área pequeña, pero, inexplicablemente, mandó la pelota fuera; mientras que, tan solo cinco minutos después, enganchó una fantástica volea desde fuera del área que salió rozando el larguero.

Estas dos ocasiones parecieron despertar a la UD Salamanca, que volvió a frenar en seco las acometidas locales y devolvió el partido al tedio del primer tiempo. Así las cosas, los minutos fueron transcurriendo de forma lenta y pesarosa y sin apenas acercamientos por las áreas. Parecía que solo una jugada aislada o un error de alguno de los dos equipos podría evitar los penaltis, y la suerte estuvo a punto de caer del lado salmantino en el minuto 64, cuando Coque cabeceó al larguero un centro sin aparente peligro que José Luis no acertó a despejar. Fue el primer y único tiro a puerta del encuentro para el conjunto visitante, lo cual deja en evidencia la escasa actividad ofensiva que desarrolló el cuadro de Balta en la tarde de ayer.

Esta ocasión fue un hecho aislado, ya que, tras la pequeña tormenta, la tediosa calma volvió a la Ciudad Deportiva «Fernández García». El GCE Villaralbo tenía más la pelota, pero mostraba una gran impotencia a la hora de afrontar las acciones ofensivas y tampoco parecía demasiado interesado en arriesgar ni un ápice el valioso botín que constituía para ellos el empate. Por su parte, los jugadores de la UD Salamanca, cansados por los derroteros que había tomado el partido y desesperados por el estado del terreno de juego, parecían deseosos de que el choque llegase a los penaltis de la forma más rápida e indolora que fuese posible.

El encuentro estaba abocado a la resolución, en este caso, justa de los penaltis, pero el GCE Villaralbo iba a evitarlo en el último instante, para delirio de sus aficionados. Corría el minuto 93, cuando Regino cortó un mal pase de un futbolista charro en el centro del campo y vio el desmarque por el interior de David Carmona que, tras zafarse de un defensor, cruzó la pelota, ajustada al palo, con un disparo desde el punto de penalti que constituía el primer tiro a puerta de los locales. Entonces, los jugadores, el cuerpo técnico y la grada explotaron de alegría y festejaron el triunfo ante todo un clásico como el Salamanca que, aunque venido a menos, no deja de ser un club con un enorme prestigio.

Además. este triunfo clasifica a los villaralbinos para las semifinales de la Copa Federación Castilla y León, una eliminatoria que los de Rubén de la Barrera disputarán el 13 de septiembre ante el vencedor del choque ente el Atlético Bembibre y la Ponferradina. Sea quien sea el que pase, ya no asusta a un equipo que ha demostrado que puede competir con cualquier equipo de la región.