El nuevo entrenador del Sevilla, Gregorio Manzano, manifestó ayer durante su presentación oficial que su objetivo es «conseguir estar de nuevo entre los grandes, que es donde tiene que estar el Sevilla».

El preparador jiennense, que firmó por una temporada, aseguró en conferencia de prensa que tanto él como sus dos asistentes llegan «con toda la ilusión del mundo», ya que dirigir al Sevilla era «una meta añorada y por el hecho de ser andaluz, supone un plus venir aquí», reconoció.

Manzano indicó que en este momento no le es posible «hacer ninguna valoración sobre qué le pasa actualmente al Sevilla» y defendió que no cuenta con «un botón en el vestuario que se apriete y haga que los jugadores echen a volar», por lo que trabajará «para sacarle el mejor rendimiento» a la plantilla del Nervión.

«No soy un mago. Tenemos que saber transmitir nuestra manera de trabajar, la forma en la que queremos que se juegue y conseguir que los jugadores saquen a relucir sus valores futbolístico», manifestó el nuevo técnico hispalense.

Finalmente, Manzano ha abogado por «mirar hacia delante y dejar atrás el pasado» para tratar que los jugadores del Sevilla «den ese paso de confianza, de autoestima, de seguridad hasta que hagan valer de nuevo la categoría contrastada que tienen».

Por su parte, el presidente del Sevilla, José María del Nido, manifestó: «Le he exigido al entrenador que termine entre los cuatro primeros y que dispute el títulos en las dos otras competiciones». Un duro reto para el sustituto de Antonio Álvarez.