La Federación de Castilla y León de Baloncesto decidió en la tarde de ayer proclamar finalista de la Copa Castilla y León femenina al Arranz Jopisa Burgos. La propia Territorial publicó el viernes, tras la disputa del partido entre burgalesas y zamoranas, la clasificación en la que figuraba como campeón de grupo el Caja Rural Valbusenda. Sin embargo, los dirigentes federativos se han retractado y el Perfumerías Avenida visitará «El Plantío» de Burgos el próximo jueves.

La decisión ha causado sorpresa en el seno del CD Zamarat, y no es para menos, ya que la historia de cómo ha variado la opinión de los dirigentes federativos es ciertamente extraña. La polémica se inició antes de la disputa del partido entre ambos conjuntos, y es que ni burgalesas ni zamoranas tenían demasiado claro qué sucedería si el Caja Rural Valbusenda vencía su partido por menos de 15 puntos, que era la ventaja que ostentaba el Arranz Jopisa Burgos sobre las zamoranas en el «basketaverage» general. La inexistencia de una regla de competición que dirimiese este aspecto hizo que ni un equipo ni otro tuviese muy claro, tras la disputa del partido en Morales del Vino, quién debía recibir al Avenida el jueves día 30.

La duda pareció disiparse cuando, al día siguiente, la web de la federación de Castilla y León publicó la clasificación en la que aparecía como campeón de grupo el Caja Rural Valbusenda, una tabla que desapareció sospechosamenre durante el fin de semana.

Parece ser que a los dirigentes federativos les entraron dudas de quién debía ser el ganador, así pues optaron por pedir consejo a la Federación Española de Baloncesto, para librarse de un problema que ellos mismos habían causado al no haber establecido una normativa para una competición oficial, que cae cada vez más en el desprestigio.

El organismo nacional tampoco supo darle una solución al asunto y los dirigentes federativos tomaron la decisión de proponer a ambos conjuntos la celebración de un partido de desempate, que habría de disputarse hoy en Valladolid, para dirimir definitivamente quien accedía a la final. Juan de Mena se negó a que su equipo jugase este encuentro y, tras una reunión entre los responsables de la FBCYL se llegó a la conclusión de que el Arranz Jopisa Burgos debía jugar la final «porque no se debe premiar al equipo que tiene la posibilidad de jugar el partido definitivo en su campo».

Tras conocer la decisión, los dirigentes del CD Zamarat manifestaban su indignación y aseguraban que «el club recurrirá ante quien sea necesario para que se reconozcan sus derechos y, sobre todo, se les dé una explicación de, en base a qué, se ha tomado esta decisión, ya que en la resolución no se hace referencia a ninguna normativa».

En todo caso, y termine como termine este asunto, la Federación de Castilla y León ha mostrado una gran ineficacia a la hora de resolver un problema que jamás debía haberse producido y del que no tienen culpa alguna ni el Arranz Jopisa Burgos ni el Caja Rural Valbusenda.