FICHA TÉCNICA

Extremadura Cáceres 2016: Juaki, Almeida, Rubén Cala, Javi Cala y Juanki -cinco inicial-. También jugaron: Bole, Chedi, Pablo Ángel, Sergio G y Diegui.

Arcebansa Zamora: Palomo, Juanpe, Pipe, Dani Rodríguez y Carracedo -cinco inicial-. También jugaron: Jonatan, Lolo Jarque, Carlos Alberto, Saúl, Javi Serrano y Oli.

Goles: 1-0, min.15: Pablo Ángel roba un balón en su propia cancha y coge a la contra al Arcebansa Zamora para batir a Palomo en el mano a mano. 1-1, min.29: Juanpe fusila al meta local con un disparo exterior tras una jugada ensayada de saque de esquina.

Arbitros: Dirigieron el partido los colegiados Fernández Privado y Rodrigo Miguel Amonestaron a los locales Rubén Cala y Juanki, y al visitante Juanpe. Expulsaron al entrenador local con roja directa por protestar una acción arbitral.

Incidencias: Partido disputado en el Pabellón Multiusos de Cáceres ante cerca de trescientas personas. Aproximadamente una cuarentena de seguidores del FS Zamora.

Dos puntos que de nuevo escapan del saco del Arcebansa Zamora. Mereció mucho más el equipo zamorano en su visita a Cáceres. O a lo mejor no. Y es que un equipo que es incapaz de hacer gol, a veces tiene el castigo de perder el partido. Ayer, el dicho de «el que perdona lo paga» no se cumplió, pero casi.

El Fútbol Sala Zamora tuvo que conformarse con un punto que sabe obviamente a poco. El dato es demoledor: cuatro jornadas ligueras y de momento los dos artilleros del Arcebansa, Javi Serrano y Carlos Alberto están inéditos, por distintos motivos. Mientras los máximos goleadores del grupo suman cerca de las diez dianas, el equipo tricolor tiene como máximos anotadores a Pipe y a Juanpe, ambos con dos dianas. Dos futbolistas eminentemente defensivos, o en todo caso armadores.

Pese a todo, este extremo sigue sin preocupar al cuerpo técnico. Algo lógico, ya que cuando algo se convierte en obsesión suele jugar malas pasadas. Defensivamente, el equipo sigue manteniendo esa línea casi perfecta, que le lleva a ser uno de los conjuntos menos goleados de la División de Plata. Esa es la cara, pero la cruz ya se sabe, la falta de olfato arriba. Dicen que las rachas se cogen y se sueltan. De momento, no es que la racha no se haya cogido, sino que se ha marchado corriendo.

Lo intentó de todas formas el conjunto de Juanito pero no hubo manera. Los zamoranos pegaron tres palos, gozaron de tres manos a manos (Juanpe, Carlos Alberto y Javi Serrano), se cansaron de buscar disparo exterior? pero de ninguna forma quiso entrar. Y cuando llegaba el gol del triunfo, a falta de 54 segundos, el árbitro lo anulaba por, en teoría, estar el balón moviéndose mientras se ejecutaba el córner. Los zamoranos se comían a los colegiados, pero la decisión estaba tomada. Después de esa jugada aún tuvo dos más el Arcebansa, el poste de Juanpe y el tiro raso de Serrano que atajaba el meta.

Todo eso es una segunda parte que fue de manual, El Arcebansa Zamora, volcado hacia la portería del Cáceres, en busca del triunfo, y un conjunto local que no era capaz de trenzar una jugada con tres pases seguidos. Pese a ello, el equipo extremeño estaba cómodo, porque fue su estilo de juego durante los cuarenta minutos: esperar atrás y salir a la contra. El equipo empezó a mostrar recursos que en otros duelos no había sacado a relucir. El balón parado empieza a crear peligro, el ataque estático de uno contra uno también comienza a engrasarse, con un Carlos Alberto que se ve mejor, pero aún le queda. Incluso el juego al pìvot, con un Javi Serrano que ya empieza a trazar movimientos de matador, pero no acaba de rematar la faena.

El ataque del Cáceres fue casi inédito en esta segunda mitad. Palomo tan solo tuvo que emplearse a fondo en una jugada de estrategia de los extremeños en saque de banda y volvió a demostrar que puede suplir a la perfección a Javier Arrivi. Gran incorporación en la meta.

Eso sí, todo lo que tuvo de buena la segunda parte, la tuvo de gris la primera. El equipo de Juanito no estuvo cómodo en la cancha. Por momentos, se vio cierta incertidumbre de no saber si imponer un ritmo propio o dejarse llevar por el ritmo del rival. El Arcebansa estaba incómodo. En defensa es cierto que de nuevo se mostraba impenetrable, pero el ataque no carburaba. Para más inri, los locales se ponían por delante en una jugada a la que los zamoranos llegaban en sobre aviso. Balón en ataque para el Arcebansa, el equipo empieza a buscar el gol, pero una pérdida tonta en zona de tres cuartos propiciaba el contragolpe de los extremeños. Pablo Ángel culminaba en gol una jugada vertical.

Ese gol no hizo espolearse a los zamoranos. Cuando parecía que ese tanto podía herir el orgullo del Arcebansa, ocurrió todo lo contrario. La ansiedad se apoderó de los futbolistas de la capital del Duero. Las jugadas se dormían demasiado y el balón no llegaba con claridad a la zona de gol. La zaga local, comandada por un experimentado Marcelo Almeida, y acompañado por dos grandes escuderos, como fueron los hermanos Cala, lo tenía muy fácil para parar el potencial ofensivo del FS Zamora.

Con ese 1-0 se llegaba al descanso con mucho temor. Las sensaciones eran francamente negativas. La ansiedad se había apoderado de los zamoranos y no se encontraba el camino del gol. Lolo Jarque tuvo una en el segundo palo que mandó fuera, cuando lo más fácil era mandarla para adentro. Cierto es que en defensa apenas se sufría, pero lo que hacía falta era marcar, no aguantar el resultado.

Y entonces llegó la segunda mitad, en la que el Arcebansa Zamora fue muy superior. Al fin se reflejó sobre la cancha esa hipotética superioridad que existía sobre el papel. Pero el gol no quiso entrar. Entró uno, al menos. Juanpe fusiló al portero desde la frontal tras una jugada ensayada de saque de esquina. Esa fue la única vez que el balón perforó la meta defendida por Juaki. Ocasiones, innumerables. Goles, solo uno. Menos mal que al final ese punto se rentabilizó bien para sumar siete en el casillero y alzarse a la quinta plaza.

Y es que la liga, en esta jornada, ha vuelto a demostrar que será muy igualada. Los favoritos a estar arriba no consiguieron ganar casi ninguno. Valencia, Navarra o Puertollano fueron incapaces de sumar tres puntos en sus duelos a domicilio. Por lo tanto, tarde casi perfecta. Aunque está claro que con tres puntos, en vez de con uno, como se mereció el equipo en la segunda parte, el viaje de vuelta se hubiera hecho de manera más amena.

Una cosa está clara. Este Arcebansa Zamora necesita encontrar el camino del gol cuanto antes. Dies goles en cuatro partidos son un bagaje muy pobre para un equipo que quiere estar arriba. Menos mal que atrás, con siete dianas en contra, se mantiene inconmensurable. Las piezas empiezan a encajar, pero aún queda alguna vuelta de tuerca. Esperemos que llegue cuanto antes, porque este sábado visita el Ángel Nieto el líder, un Lanzarote que llega lanzado.