Nervios anoche en Ferrari en busca de la fractura en la caja de cambios de Felipe Massa. El daño al brasileño ya está hecho y, al fin y al cabo, no se juega más que puntos muy importantes para el campeonato de constructores y su propio prestigio. Investigación para conocer la causa del problema después de la segunda avería del fin de semana. Todo para minimizar riesgos con Fernando Alonso, que no se puede permitir fallos en su lucha por el Mundial. El asturiano dejó la sesión libre del viernes por un problema mecánico en la transmisión, mientras que lo del F10 de Massa tiene que ver con la electrónica.

El primer confiado para hoy es Fernando Alonso. Se fue al hotel de madrugada con la pole bajo el brazo y seguro de que nada va a fallar, ni siquiera el sistema de salida que en alguna ocasión le dio problemas esta temporada. «No tengo ningún temor para la carrera. La salida, el ritmo, el coche e incluso el clima, sea el que sea. Todo está bien, no me preocupa». Demostración de seguridad la del piloto, obligado a transmitir aplomo a una escudería que se la jugará cada quince días hasta que el campeonato eche el telón en Abu Dabi.

Luego Alonso matiza que su pole perderá valor si le da por llover a la hora de la carrera, que son las ocho de la tarde hora local (14 horas en España). «Si está seco no hay dudas de que adelantar será muy difícil. Pero si llueve o la pista está húmeda, puede pasar de todo. Se pueden ganar o perder varias posiciones en unos pocos segundos. El tiempo que haga hará que las posiciones de la parrilla sean más o menos importantes para el resultado», explicó Alonso en la rueda de prensa posterior a la clasificación.

A pesar su gran vuelta, al asturiano le ha sorprendido terminar el día con el mejor tiempo. «Esperaba a alguno de los Red Bull arriba, pero ahora que tengo la pole ojalá la carrera sea tranquila y pueda sumar muchos puntos para seguir optando al título».