Iñigo Liceranzu podría sacrificar a su «pichichi» Iker Torre para dar un giro al sistema de juego que ha empleado hasta el momento y que, a su juicio, está muy condicionado por las características del jugador vasco. Tras la decepcionante derrota del pasado miércoles ante el Caudal de Mieres por 1-2, el entrenador del Zamora CF anunció «cambios drásticos» en el sistema de juego del equipo y ahora todo parece apuntar a que, además de drásticos, van a ser incomprendidos por la afición si se confirma finalmente que Torre pagará los platos rotos de la crisis deportiva del equipo.

Liceranzu necesita buscar una solución a los problemas que arrastra el equipo y que, a su juicio, no se sitúan tan sólo en la línea defensiva, sino que parten ya desde la delantera.

Por una parte, el técnico vasco es consciente de que necesita un centrocampista que colabore en la labor defensiva, algo que no ha logrado hasta el momento con Agustín y Juan Carlos. Tiene varias opciones para este puesto, la de Jeffrey que ya ha utilizado mucho durante la pretemporada; la de Etxániz que también ha probado aunque el vasco parece un jugador inamovible en el centro de la defensa; y la que se sacó de la manga en León para controlar al jugador más peligroso de la Leonesa, con Catú.

Parece claro que la introducción de un jugador más en el centro del campo condicionará directamente a la línea delantera.

El entrenador del Zamora CF hace tiempo que se planteaba los problemas evidentes que crea la alineación de Iker Torre a la hora de que el equipo juegue el contragolpe, pero incluso en ataque elaborado, la presencia del ariete vasco condiciona mucho al resto de atacantes por su escasa movilidad. Además, conviene recordar que los cinco goles logrados por Torre se han producido en jugadas a balón parado, un dato que deja en evidencia la capacidad real del equipo para atacar con el balón en juego cuando él está en el campo.

Hasta el momento, Liceranzu se ha visto también obligado a alinear al «pichichi» ya que, Akinsola ha tardado en alcanzar un estado de forma aceptable y Germán Beltrán todavía está saliendo de su lesión y no es conveniente forzarle para evitar una posible recaída.

Los planes del entrenador vizcaíno cuando elaboró su plantilla pasaban por contar como titulares con Akinsola y Beltrán, y por ahí parece que va a pasar el futuro del ataque rojiblanco.

Un problema añadido es el escaso tiempo de que dispondrá Liceranzu para realizar probaturas porque tan sólo quedan dos sesiones de entrenamientos antes de afrontar el nuevo partido de Liga, esta vez contra el Osasuna B, un equipo al que el Zamora CF ha sustituido en el «farolillo rojo» pero que solventó con autoridad su partido en León el pasado miércoles con un 0-2.