El Athletic de Bilbao celebró ayer su partido 2.500 en Primera División y confirmó las buenas sensaciones mostradas hace una semana en El Molinón.

El conjunto balear sólo plantó cara en la primera mitad, pero David López, en un afortunado gol, sorprendía a Aouate y adelantaba a los vascos.

San José, a través de un penalti dudoso, e Íñigo Pérez, en el tiempo de descuento, serían los encargados de sentenciar el encuentro.