Almazán 0

GCE 1

Almazán: Heredia, Márquez, David Martín, Ricardo (Jesús Fernández, 82´), Gonzalo, Abel (Bachi, 82´), Jesús (Jesús, 87´), Carallo, Quintana, Mouco, Martín.

GCE Villaralbo: José Luis, Regino, Jorge (Félix, 46´), Dino, Bastida, Obispo, Ramón (Pedro Gallego, 68´), Fran Bea, Gustavo, Marcos (Eloy, 83´), Diego.

Goles: 0-1, min.74: Diego.

Árbitro: González Fernández (Colegio palentino). Tarjetas amarillas a Abel; Regino, Bastida, Gustavo.

Incidencias: Partido disputado en La Arboleda ante 200 espectadores.

Un solitario gol de Diego en la segunda parte permitió al Villaralbo sumar los tres puntos ayer en Almazán y dormir en puestos de «playoff» junto al Real Valladolid B, el Burgos y la Arandina.

La primera parte fue un toma y daca en el centro del campo. Ambos equipos quisieron mover la pelota por la zona ancha y, en cierto modo, lo lograron, pero eso hizo que el juego de ambos careciera de profundidad y las ocasiones de gol escasearan.

Fue, sin embargo, el cuadro local, el que más puso de su parte en la recta inicial del choque. Presionó arriba al GCE Villaralbo y le impidió salir con la pelota jugada desde atrás, lo que desembocó en pérdidas de balón zamoranas que daban pie a peligrosas contras a cargo del Almazán. A pesar de todo, la defensa del GCE Villaralbo supo mantener la compostura en todo momento y tras el arreón inicial local se fue hacia arriba.

A los diez minutos de juego Mouco quiso poner a prueba a José Luis, pero su cabezazo se marchó alto. Los sorianos estaban llegando bien por las bandas, porque el GCE Villaralbo prefería eso a que creara peligro por el centro, donde el juego de toque local podía hacer mucho daño.

Hasta rebasado el cuarto de hora no se acercó el GCE Villaralbo por primera vez a las inmediaciones del área defendida por el guardameta Heredia. Gustavo recogió un balón en el interior del área chica, pero disparó manso a las manos del meta local al no poder conectar bien con el cuero.

A medida que fueron pasando los minutos las fuerzas se igualaron y la posesión de la pelota se repartió a parte iguales.

Cabe señalar que el ex del Almazán, Bastida, estaba cuajando un buen partido. Debía tener sentimientos encontrados, pero no se le notó nervioso en ningún momento.

A la media hora de juego, el jugador más activo de los locales ayer, Mouco, dispuso de un libre directo al borde del área en una posición inmejorable para su perfil, pero envió a las manos de José Luis, muy seguro durante los noventa minutos.

A renglón seguido fue Martín el que puso a prueba al meta del GCE Villaralbo. Quintana recibió de espaldas y le habilitó, pero el balón salió rozando el poste de la meta defendida por el de Montamarta.

Al filo del descanso también tuvo la suya el GCE Villaralbo, que en ningún momento le perdió la cara al partido y siempre quiso jugar el balón sin pelotazos. Gustavo se hizo con el esférico en la frontal del área, se revolvió, y soltó un tremendo zapatazo que se fue por fuera junto a la cepa del poste de la portería del Almazán.

Con las tablas iniciales se alcanzaba el tiempo de descanso. Daba la sensación de que en la segunda parte el partido podía caer de cualquier lado, porque estaba muy abierto y las dos escuadras no desdeñaban la posesión de balón y las ocasiones.

La segunda parte fue una calcomanía de la primera. Almazán y GCE Villaralbo plantearon una batalla en el centro del campo y las ocasiones de gol escasearon.

En la reanudación el conjunto local puso toda la carne en el asador y dispuso de una doble oportunidad para adelantarse en el marcador, la más clara de todas una falta a borde del área que botó Martín y obligó a José Luis a intervenir sacando una manopla milagrosa. Fue la parada de la tarde. Esa jugada pudo haber cambiado el signo del encuentro, pero el cancerbero zamorano estuvo espectacular.

Sin embargo, la jugada que lo iba a cambiar sería el gol del GCE Villaralbo, que llegó a un cuarto de hora de la conclusión del partido. La zaga local se volvió loca tratando de despejar un balón en el interior del área y lo que hizo fue regalárselo a Diego, que con un disparo cruzado envió el balón al fondo de las mallas. El zamorano aprovechó el regalo para mostrar su eficacia arriba.

A partir de ahí el partido se durmió. Lo durmió el GCE Villaralbo, que dio por bueno el resultado y cerró filas atrás con mucha seriedad. El Almazán buscó la igualada por todos los medios, pero nunca encontró la vía del gol y el resultado ya no volvió a moverse.

De esta forma, el GCE Villaralbo ya está cuarto en la clasificación de Tercera División, por detrás de los tres grandes de la categoría. Los de Rubén de la Barrera tendrán que recibir en la próxima jornada liguera en la Ciudad Deportiva Fernández García al Atlético Tordesillas.

El técnico del Almazán se mostró resignado a la conclusión del partido y aseguró que su equipo había «merecido más». «Hemos hecho un gran trabajo a lo largo de los noventa minutos, hemos creado ocasiones de gol y hemos merecido convertir alguna. La falta de pegada arriba a marcado la diferencia entre unos y otros. Además el gol ha llegado en una desgraciada jugada aislada en la que no hemos sabido sacar un balón del área. No ha sido siquiera un fallo». Respecto al Villaralbo dijo: «Puede estar muy arriba a final de temporada. Sabe a lo que juega en todo momento y nunca pierde la cabeza. Lo tendrá difícil, porque en el grupo hay grandes equipos».

El técnico del conjunto zamorano se mostró satisfecho por el resultado obtenido y calificó la victoria como «justa». «En la primera parte creo sinceramente que fuimos superiores a nuestro rival. Dispusimos de ocasiones para adelantarnos en el marcador, pero no supimos concretarlas. Después, sí es cierto que tuvimos algo de suerte con la jugada del gol, pero esa suerte hay que buscarla», señaló Rubén de la barrera. El preparador del GCE Villaralbo también tuvo palabras de elogio para el Almazán: «Me ha sorprendido gratamente. Ha demostrado ser un equipo muy aguerrido y con fútbol», dijo De la Barrera.