Gran parte del éxito logrado por el Club Balonmano Zamora en los últimos años se debe a Eduardo García Valiente, sobre cuyos hombros reposa la parcela deportiva de esta entidad y el futuro de su primer equipo en una de liga realmente igualada y competitiva.

-Cuarta temporada al frente del club. ¿La más complicada de todas las que ha vivido?

-No sé si la más complicada, pero si la que afrontamos con más ilusión. Es difícil decir esto porque todos los años ha habido algún reto. El primer año fue la llegada al grupo, el segundo año luchamos por ascender, el tercer año debutamos en Primera... Este año, otro desafío y nuevamente, ves al grupo dejándose todo en los entrenamientos, con entusiasmo en sus caras y muy motivada. No sé si será la campaña más difícil, pero si la que empezamos más ilusionados.

-¿Qué piensa uno cuando ve esa ilusión todas las semanas?

-Te das cuenta que eres un privilegiado, piensas: ¿Esta gente no se aburre de jugar a balonmano? Realmente, es una gozada.

-¿De donde nace toda esa fuerza positiva?

-Hay muchas ganas por hacer las cosas bien, por superar un nuevo reto y devolver un poco de todo lo que nos dan esas personas que rodean al club o forman parte de él, bien sean patrocinadores, directiva o aficionados.

-Tras acabar curso con nota en el grupo vasco, «cambio de cole» y a jugar al grupo gallego. ¿Qué tiene esa liga que nadie quiere competir en ella?

-Es un grupo muy complicado porque tiene equipos consolidados en la categoría, conjuntos muy veteranos con mucha experiencia en Primera Nacional que tienen un nivel muy similar. Hay bloques como Lalín, con quienes debutamos hoy, Parexe Construcciones, Mediocentro Gijón y otros muchos que son rivales contra los que será muy difícil ganar e, incluso, empatar.

-¿Tanta igualdad hay?

-

Si. A pesar de haber cuatro o cinco plantillas potentes, hay una terna de ocho o diez escuadras que pueden estar arriba, no existe un favorito claro sobre el resto. En cuanto al descenso, creo que la cifra para la salvación estará en 16 ó 18 puntos.

-¿Cómo se enfoca un campeonato así?

-A nosotros nos motiva esta situación. Tanta igualdad puede hacer de esta temporada un año muy duro, pero a la vez te ofrece nuevos retos. Siempre te preguntas: ¿Seré capaz de puntuar fuera de casa? ¿Podemos alcanzar el nivel del año pasado? Nuevas pistas, nuevos equipos para seguir aprendiendo y progresando.

-Candidatos al descenso para muchos pero llegáis con una pretemporada inmaculada al estreno.

-Los partidos de pretemporada no son reales (ríe). Después de los encuentros de preparación los partidos no suben al casillero. De momento, solo hemos jugado un partido realmente serio. No hay que hacer mucho caso a estas cosas, la «prueba de fuego» será hoy en Lalín.

-¿Tan decisivo es el encuentro de hoy?

-No, no me refiero a que se debe ganar hoy. Se puede ganar o perder, pero veremos si tenemos el nivel para competir en este grupo o no.

-¿Qué hará falta este año para dar ese nivel?

-Un modelo de juego. Además de correr los sesenta minutos debemos mantener el modelo que hemos venido practicando estos cuatro años. Seguir mejorando poco a poco en todos los aspectos del juego como lo hemos hecho hasta ahora.

-Un modelo de juego para un equipo que ha evolucionado mucho, ¿no cree?

-Sin duda. Hace cuatro años empezamos a trabajar la defensa, el contragolpe y otros aspectos en el que todos los años hemos incorporado recursos y mejorado mucho. Lo importante siempre ha sido ser fieles al modelo: saber lo que se hace bien y lo que se hace mal para no repetir los fallos. A partir de ahí, si ponemos toda la ilusión que tenemos y jugamos al 120% podremos puntuar. Todo lo que no sea estar en esos parámetros nos llevará a cosechar derrotas.

-A ese modelo de juego se ha incorporado Oscar Alvarez. ¿Que va a aportar al equipo?

-Nos va a dar mucho. El año pasado no jugó, pero en Primera la campaña anterior marcó muchos goles, además es zurdo y nos dará mucha versatilidad. Ahora llega a un equipo en el que, además del extremo, ocupará la posición de avanzado y es un nuevo reto para él. Está trabajando muy duro y nos aportará, sobre todo, ser uno más del bloque.

-Un equipo que sólo ha hecho un fichaje. ¿Crisis económica o declaración de intenciones?

-Más bien, apuesta por un modelo deportivo. No hemos hecho sólo un fichaje por motivos económicos, de hecho hemos aumentado el presupuesto pero ese dinero irá destinado a los más pequeños. Podía haber derivado en dos o tres fichajes más pero tenemos claro en el club que modelo queremos tener.

El balonmano zamorano apuesta claramente por la cantera, a la que si sumamos la confianza que ofrece el grupo de jugadores del primer equipo, crea un modelo sólido. Un modelo cuyo objetivo es tener, en un corto periodo de tiempo, siete u ocho jugadores de Zamora jugando en Primera.

-Eso es muy fácil decirlo.

-Cierto, es fácil de decir pero requiere mucho esfuerzo llevarlo a cabo. Otros equipos tienen el mismo discurso y al final siempre fichan. Para mí hubiera sido muy fácil traer más jugadores, pero el dinero tiene que ir destinado a la base, en la que están involucrados casi todos los jugadores del Inzamac Zamora y de la que pueden llegar a salir grandes jugadores como Guille, un muchacho que ha dado un rendimiento espectacular, que trabaja mucho y puede estar en cualquier equipo de la categoría. Todos confiamos en ello y creo que funcionará porque todos luchamos por ello. Y vamos a continuar así.

-Aún así, ¿no ve la plantilla un poco corta? ¿Qué puede esperar el aficionado que vaya al Camba?

-Si, esperemos que nos respeten las lesiones. Pese a ello, vamos a dar todo lo que tenemos y aún podemos reforzarnos. De todas formas, de este equipo y dada su trayectoria e ilusión, el aficionado puede esperarlo todo. Por el momento, se puede afirmar que la plantilla va a intentar hacer el mejor balonmano que pueda para llenar el «Manuel Camba», que ojalá pueda ser nuestro «talismán» un año más.