Florentino Pérez buscará hoy un nuevo respaldo a su gestión en la Asamblea anual del Real Madrid, donde anunciará a los socios que el club cerró el ejercicio 2009-2010 con una cifra de ingresos de 442,3 millones de euros, un beneficio neto de 24 millones y con el subcampeonato de liga como mejor resultado.

El informe económico, que será el eje central de la sesión, presume de que esta cantidad «es la más alta de cualquier institución deportiva del mundo» y reconoce una deuda neta de 244,6 millones, tras la rebaja de ésta en un 25,1% (82,1 millones menos que al término de la anterior campaña).

Hace un año el presidente anunció a los compromisarios la previsión de su directiva de alcanzar unos ingresos de 422 millones de euros en junio de 2010 y la de reducir la deuda, cifrada entonces en 327 millones. También les invitó a «volver a soñar» y les trasladó su voluntad de que el Real Madrid recupere el liderazgo mundial, algo lejano según los resultados del primer año de su segundo mandato, en el que el segundo puesto en liga es la nota más alta.

La destitución del chileno Pellegrini y el fichaje del portugués José Mourinho serán puntos obligados en el discurso de apertura de Florentino Pérez, en el que se espera mención a los históricos capitanes, Raúl y Guti, que salieron del club antes del comienzo de esta campaña.

El presidente justificará el desembolso próximo a 80 millones para los refuerzos de esta temporada, con las incorporaciones del delantero argentino Di María, los alemanes Özil y Khedira, el central portugués Carvalho, Pedro León y Sergio Canales. Operaciones realizadas este verano junto a las salidas de jugadores como Metzelder y los holandeses Van der Vaarty Drenthe.