Fernando Alonso disputa este fin de semana su primer Gran Premio de Italia, en el Autódromo Nacional de Monza, como piloto Ferrari, una carrera en la que no puede fallar si quiere seguir aspirando a conseguir el Mundial.

Ferrari afronta su carrera local con la tranquilidad de haber sido exonerado por el Consejo Mundial del Deporte del Motor de mayores sanciones por el cambio de posiciones entre Fernando Alonso y el brasileño Felipe Massa en el Gran Premio de Alemania y la recomendación de que se revise el Artículo 39.1 del Código Deportivo, referente a las ordenes de equipo.

Después de su abandono en Bélgica, Alonso está obligado, como mínimo, a subir al podio para seguir en la lucha por el mundial, ya que tanto el británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) como el australiano Mark Webber (Red Bull-Renault) comienzan a destacarse peligrosamente.

Para afrontar esta carrera única en el denominado "templo de la velocidad" Ferrari ha estado probando en la recta del aeródromo de Vairano, con el piloto de pruebas Giancarlo Fisichella, nuevas soluciones técnicas y se ha revisado lo que no funcionó en Bélgica, ya que el coche de Alonso no fue todo lo competitivo que cabía esperar.

La configuración de los coches que se utilizan en Monza es completamente distinta a la de cualquier otro circuito de la temporada, con una carga aerodinámica mínima para afrontar las largas rectas, lo que hace los coches extraordinariamente inestables en las curvas.

Fernando Alonso ganó en Monza en 2007 al volante de un Mclaren-Mercedes y desde el año anterior que ganó el alemán Michael Schumacher, Ferrari no lo ha vuelto a hacer en este circuito que se encuentra a 200 kilómetros de la fábrica de Maranello.

El principal rival para los Ferrari será Mclaren-Mercedes y sobre todo el líder del mundial Lewis Hamilton, ganador hace dos semanas en Spa-Francorchamps, y que todavía no ha logrado imponerse en Monza.

Los Mclaren-Mercedes volvieron a recuperar su competitividad en Bélgica y en Monza serán seguramente los principales favoritos a la victoria, porque en Red Bull ya han confesado que en esta carrera, como hace dos semanas en Spa, tanto Mark Webber como el alemán Sebastian Vettel tendrán que correr a la defensiva en espera de circuitos favorables como Singapur y Japón.

Los únicos cambios que ha sufrido el circuito, en más rápido del mundial, ha sido la introducción de unos badenes en la primera variante, para evitar que los pilotos puedan cortarla y sacar ventaja. De momento la lluvia no va estar presente durante el fin de semana y la jornada del viernes estará dedicada a los entrenamientos libres y la del sábado, tras la última sesión libre, de disputará la sesión de clasificación para establecer la formación de salida para la carrera del domingo.