El Rayo Vallecano se llevó el 33 Trofeo Ciudad de Zamora al derrotar por 1-2 a un equipo anfitrión que se encuentra en pleno proceso de construcción y al que le queda todavía mucho trabajo por delante en esta pretemporada para llegar en las mejores condiciones a ese inicio liguero fijado para el 29 de agosto en Lemona.

Y como partido de preparación, Liceranzu tiró de todo lo que tenía disponible -diecinueve jugadores-, aunque uno de ellos, el guardameta Sergio Sánchez no jugó.

Por el momento también se va cumpliendo el guión que el técnico del Zamora se marcó para estos cuarenta días de preparación y que no es otro que el de trabajar al máximo en todos y cada uno de los entrenamientos aunque luego se salga un poco con la luz de la reserva encendida a los amistosos. «Las pretemporadas están para trabajar a fondo y no para ganar amistosos», señaló Liceranzu durante su presentación y así lo está haciendo.

Ayer, el Zamora subió algo más sus prestaciones con respecto al primer partido ante la Ponferradina y la próxima semana los componentes de la plantilla subirán un nuevo escalón en su preparación para ir cogiendo poco a poco el debido tono físico.

En el segundo amisto de pretemporada el Zamora siguió un guión muy parecido al que firmó en el debut frente a la Ponferradina. Primero se adelantó en el marcador y después vio como el rival, en este caso el Rayo Vallecano, remontaba antes del descanso con dos goles, uno de ellos de más fortuna que otra cosa.

Íñigo Liceranzu, como es habitual a estas alturas de la película, hizo diversas pruebas con sus hombres a lo largo y ancho de un partido en el que utilizó a los diecinueve jugadores que tenía disponibles.

El Rayo Vallecano salió controlando la contienda y dispuso de las primeras ocasiones para haberse adelantado en el marcador con sendos remates de Piti que se perdieron por la línea de fondo.

La respuesta del Zamora no tardó en llegar en un disparo de David Ferreiro al que Dani respondió como siempre, con una gran intervención para mandar el balón a córner y evitar que los rojiblancos -ayer de verde- se adelantaran en el marcador, algo que el ex guardameta del Zamora no pudo evitar tan sólo un minuto después cuando en un centro hacia el segundo palo Curiel cabeceó para que su compañero Garretas empalmase al fondo de las mallas.

Los de Liceranzu apuntaban buenas maneras sobre todo hasta que les duró la gasolina, media hora. Las duras sesiones de entrenamiento comenzaban a pasar factura y las piernas ya no respondían demasiado bien, algo que un conjunto como el Rayo Vallecano de superior categoría lo empezó a aprovechar tras una jugada en la que los madrileños tuvieron demasiada fortuna. Iván Curiel, al tratar de despejar, se entretuvo demasiado y el balón acabó pegando en Nono y sorprendiendo al guardameta Luceño que, a pesar de su estirada, no pudo evitar que el esférico llegase al fondo de las mallas.

Cinco minutos después y en una jugada a balón parado Javi Fuego sacaba una falta al borde del área para sorprender por el palo largo a Luceño que se quedaba haciendo la estatua para ver como el cuero entraba en su portal.

De ahí hasta el descanso el Zamora intentó estirarse un poco más para crear algún peligro ante Dani pero éste pasó una plácida primera mitad en la que terminó chocando con Iker Torre a la hora de despejar un balón de puño en lo que fue la última acción de un primer tiempo en el que los rojiblancos apuntaron pequeños detalles.

Para afrontar los segundo cuarenta y cinco minutos Liceranzu hizo hasta nueve cambios y sólo mantuvo en el campo a tres jugadores, Luceño, Rejas y Manu Arias, del equipo inicial. Es la hora de hacer pruebas y no la de obtener resultados positivos que son los que tienen que llegar cuando dé comienzo la Liga.

Si en la primera mitad había cuatro zamoranos (Manu Arias, Escope, Iván Curiel y Garretas) en la defensa, en el segundo la zaga estuvo formada por Ibai Rejas y Pablo Suárez como laterales con Manu Arias y Jeffrey de centrales; en el centro del campo Agustín y Kike estaban flanqueados en los interiores por Dani Hernández y Adrián, mientras que como referencia en ataque salieron Germán Beltrán y el canterano Jorge Hernández.

Con una gran ocasión de Lucas para el Rayo Vallecano se abrió la segunda mitad; el delantero visitante se plantó en un mano a mano con Luceño que no supo resolver al enviar el balón a la derecha del portal zamorano.

Dani se tuvo que lucir en dos ocasiones tras un disparo de Kike que envió a córner y en una falta que sacó Adrián y a la que respondió con otra buena intervención mandando el esférico a córner cuando entraba junto a la base del poste derecho.

Eran unos compases del partido en los que el Zamora recobraba esa chispa que había perdido tras la media hora de juego.

La gran ovación del amistoso se la llevó, como no, Dani cuando en el minuto 68 fue sustituido por Juan Carlos. En Zamora no se olvidan de las excelentes temporadas que hizo el cancerbero gallego y de las grandes tardes que le dio a un equipo rojiblanco con el que acarició el ascenso precisamente contra el que ahora es su equipo, el Rayo Vallecano. Dani abandonó el campo entre aplausos y fundiéndose en un más que efusivo abrazo con el que fue su compañero Agustín.

Con anterioridad a esta acción, Nono dispuso de una clarísima ocasión para haber marcado el tercero pero el delantero rayista no acertó con la portería.

Los minutos fueron pasando entre cambio y cambio de ambos equipos y es que hasta en el Zamora volvieron a entrar al terreno de juego hombres como Garretas o Iván Curiel que habían sido sustituidos en el descanso. Liceranzu no quería que ninguno de sus jugadores tuviese que afrontar los noventa minutos así que Manu Arias e Ibai Rejas cogieron el camino de los vestuarios.

Tampoco hubo tiempo para mucho más, salvo para la entrega de trofeos que recogieron Agustín para el Zamora y Dani para el Rayo Vallecano.

La siguiente cita veraniega para los rojiblancos será este sábado en el estadio «Ruta de la Plata» donde los de Íñigo Liceranzu recibirán a partir de las siete y media de la tarde a la Cultural Leonesa.