«Vamos a ganar el próximo partido y después nos fijamos en lo que ocurra en otros campos, pero hay que ponerse las pilas y seguir trabajando», así se dirigía ayer el técnico del Zamora, Miguel Angel Alvarez Tomé, a sus hombres a los que hacía ver que la victoria en Pontevedra puede producirse el próximo domingo y también sus rivales más directos podrían caer en los partidos que tienen que disputar lejos de su feudo, circunstancia que permitiría a los rojiblancos entrar en la última jornada liguera dependiendo nuevamente de sí mismos.

El empate (1-1) frente al Celta B en el estadio Ruta de la Plata, unido a las victorias del Racing de Ferrol (1-0) ante el Pontevedra y la del Lemona contra la Ponferradina (2-0), han dejado al Zamora C. F. en una más que delicada situación para afrontar los últimos 180 minutos ligueros y es que los de Alvarez Tomé se han metido precisamente en el laberinto en el que no querían entrar, llegar a la penúltima jornada teniendo que mirar hacia otros resultados.

A los componentes de la plantilla rojiblanca se les veía durante el entrenamiento de ayer echar cuentas y más cuentas sobre lo que tenía que pasar para que pudiesen alcanzar el cuarto puesto el próximo día 10 de mayo. Las calculadoras, un día más, echaban humo pero las cuentas se han vuelto muy complicadas para un Zamora que primero tiene que ganar y después esperar a que algunos resultados le sonrían como lo hicieron en muchas jornadas durante la presente temporada.

El Zamora viajará a tierras gallegas obligado a ganar a un Pontevedra que tiene mínimas posibilidades de alcanzar la cuarta plaza y es que en el momento que Ferrol, Lemona o Zamora ganen uno de los dos encuentros, los pontevedreses habrían dicho adiós a la fase de ascenso. De esta manera, los zamoranos se van a encontrar el domingo con un equipo que prácticamente ha bajado el telón de una temporada en la que había puesto grandes ilusiones para alcanzar el ascenso a Segunda División pero que tiene todas la pinta de concluir en una gran decepción.

Para llegar a la última jornada dependiendo nuevamente de sí mismo, el Zamora tendrá que ganar en Pasarón y esperar que ni Ferrol ni Lemona saquen adelante sus respectivos encuentros ante el Deportivo B y el Celta B en casa de los filiales. Unos por arriba y otro por abajo se juegan la vida.

En el derbi gallego entre Deportivo B y Racing de Ferrol, los coruñeses apurarán sus últimas posibilidades de mantener la categoría, mientras que en Barreiro Celta B y Lemona disputarán una auténtica final en la lucha por alcanzar la fase de ascenso. De todo esto se podría ver beneficiado un Zamora que ya no se puede permitir más tropiezos para no rizar el rizo y para llegar a la última jornada con alguna posibilidad de alcanzar la cuarta posición.

Y es que en el peor de los casos, a los rojiblancos les podrían sobrar los últimos noventa minutos porque si Ferrol o Lemona ganan en sus próximos desplazamientos, y el Zamora cae en Pontevedra, los de Alvarez Tomé habrían dicho el adiós definitivo al "play-off". Todavía, todo puede pasar.

La Ponferradina, que se encuentra en la tercera posición, tampoco se puede descuidar lo más mínimo pues tampoco tiene asegurada su presencia en la fase de ascenso. El equipo berciano se puede ver obligado a ganar uno de sus dos encuentros, ante el Sestao en casa o frente a la Real Sociedad B en Zubieta, para luchar por el ascenso.

Son cuentas, cuentas y más cuentas, números y probabilidades que, tras lo sucedido en la última jornada, se han vuelto en contra de un Zamora que no va a arrojar la toalla y que sigue creyendo en una nueva carambola, en unos nuevos resultados que le beneficien por última vez.

Vuelta al trabajo

Por otra parte, durante el primer entrenamiento semanal de la plantilla rojiblanca, ésta se puso a las órdenes de Alvarez Tomé para, en primer lugar, hablar sobre lo realizado en el encuentro ante el Celta B y las posibilidades que todavía hay para llegar al "play-off", y después para empezar a pensar en el próximo encuentro en Pontevedra donde habrá que sumar sí o sí los tres puntos para seguir con vida.

Además de la ausencia de Ibón Díez que sigue en el "dique seco", Agustín tampoco pudo saltar ayer al terreno de juego para ejercitarse con sus compañeros y es que el de Peleagonzalo lleva arrastrando durante los últimos días una sobrecarga que le tiene entre algodones pero que no parece le vaya a impedir jugar esa nueva final que espera en un Pasarón donde el Zamora logró una victoria histórica (3-4) en la última ocasión que visitó el terreno del cuadro gallego con José Ramón Corchado en el banquillo.