Un día gris para un partido gris. La selección de Castilla y León pisaba el terreno de juego con fuerza pero se deshacía en el medio campo. La primera parte no aportó nada más que pases desacertados y tímidos acercamientos a puerta que no se perfilaban como auténticas oportunidades de gol.

La segunda mitad fue un punto y seguido, Galicia aburría con su juego monótono y Castilla y León intentaba desperezarse del anquilosamiento de los contrarios sin lograr finalizar sus jugadas en gol.

Con el pitido final y el marcador a cero sólo quedaba esperar la suerte de los penaltis. Pero hubo algo más que eso, con los cuatro goles marcados por Víctor, San Edmundo, Omar y Esteban, y las dos grandes paradas de Rodri, hacían soñar a toda la Sub18 y a los aficionados con la final que hoy disputarán (12.00 horas) ante Asturias.