La Liga está terminada para Pepe. En el mejor de los casos, y con el reglamento en la mano, su locura transitoria del miércoles por la noche le supondrá seis partidos de sanción, los mismos que le restan al campeonato.

El enajenado central tiró por los suelos la imagen del Madrid el mismo día que el club escribió otro pequeño capítulo en su historial de remontadas. Pero el defensa portugués protagonizó un oscuro suceso, que seguramente le recordarán el resto de su carrera: una cobarde agresión sin balón al jugador del Getafe Casquero y un posterior puñetazo a Albín, además de insultos al equipo arbitral. El futbolista está hundido y arrepentido. Ayer se refugió en su casa, junto a su familia y eludió acudir a la sesión volutnaria de entrenamiento. En el Madrid tomarán cartas en el asunto y la sanción del comité será de órdago. A saber.

El penalty a Casquero ya le supondrá un encuentro por haberse abortado una ocasión manifiesta de gol. La agresión a un rival cuesta entre cuatro y doce partidos. El comité puede considerar las patadas a Casquero y el puñetazo a Albín como una acción continuada o bien, tratarlas como dos acometidas diferentes. En este caso, habría que aplicar el arco de entre cuatro y doce encuentros en dos ocasiones.

Pepe no debió quedarse a gusto después de pasar como un tren por encima de Casquero y soltar un croché de derecha que Albín aguantó como un buen encajador. Al salir del campo, le dio la sentencia al cuarto árbitro. «Sois todos unos hijos de puta». Menosprecio al equipo arbitral. Eso se castiga con entre uno y tres partidos de sanción.

La solución, mañana viernes, cuando está prevista la reunión del comité de competición.

El arrepentimiento espontáneo e inmediato le puede librar de un castigo mayor. Nada más terminar el partido entrón en la caseta de los colegiados. Después, en la zona mixta, expresó su arrepentimiento. «Me siento muy mal, muy triste y decepcionado. Por la imagen, por lo que hice y por todo. Fuera del campo soy alegre y voy bien por la vida. He tenido una actitud a la que no le encuentro explicación», dijo un apesadumbrado Pepe.

El Madrid remontó y acabó ganado un partido que tenía perdido y con un penalty en contra al borde del minuto 90. Al "panenkazo" de Casquero le siguió el gol de Higuaín y tres puntos que dejan al Madrid vivo, a pesar de la victoria de anoche del Barcelona.

Pero Pepe no fue el único del Madrid que no estuvo a la altura. Marcelo se enganchó en pleno partido con Cata Díaz a cuenta de una entrada de Javi García que en Getafe reclamaron como agresión. También la tuvo con Uche, al que propinó una patada sin venir a cuento antes de que Casquero fallara el penalty. Al acabar el partido, hizo burla al Cata Díaz e incluso se llevo la mano a los genitales. El argentino se lanzó a por Marcelo y fue necesario que interiviniesen varios futbolistas para evitar males mayores.

Pepe se refugió ayer en su domicilio junto a su familia en su día más difícil desde su llegada a España, tras su agresión a dos jugadores del Getafe, a la espera de la sanción del Comité de Competición -entre seis y diez partidos- y la multa que le impondrá el club blanco.

Nunca en la historia del Real Madrid desde la agresión de un mito como Juan Gómez "Juanito", cuando pisó la cabeza de Lothar Matthaeus en un partido de la Copa de Europa ante el Bayern en Múnich, había ocurrido una acción similar a la que protagonizó Pepe.

Fuera de sí, Pepe propinó dos patadas a Javier Casquero cuando éste se encontraba en el suelo tras ser objeto de penalti por el propio jugador portugués, y un golpe en la cara al uruguayo Juan Albín, e insultó gravemente a los colegiados mientras se retiraba del campo.

Ayer, avergonzado por la imagen que ofreció, reconoció que apenas ha podido dormir unos minutos. Prefirió refugiarse en su familia, pasar el día rodeado de sus seres queridos y ausentarse del entrenamiento voluntario en Valdebebas.

El Real Madrid le va a sancionar económicamente por la mala imagen que ofreció y Pepe asumirá la cuantía económica, así como los partidos de suspensión que le imponga el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol en su reunión del próximo viernes.

Según el acta del árbitro Delgado Ferreiro, del Comité Vasco, Pepe tiene asegurado un partido de suspensión por la falta sobre Casquero, un empujón en la espalda para evitar una ocasión manifiesta de gol. A partir de aquí, la interpretación de Competición determinará una suspensión añadida de cuatro a doce encuentros por las agresiones a Casquero y Albín.

Según el artículo 122 f) de los Estatutos Federativos, el castigo de cuatro a doce partidos es para situaciones como la de «agredir a otro sin producir lesión, ponderándose como factor determinante del elemento doloso, necesario en esta infracción, la circunstancia de que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde el mismo se desarrolla que resulte imposible intervenir en un lance de aquél».

En las próximas horas el central madridista Pepe intentará ponerse en contacto con Casquero y Albín para transmitirles su arrepentimiento y pedirles disculpas. E incluso está meditando la posibilidad de verlos en persona. Mañana conocerá su primera sanción, la económica. Y mañana viernes el número de partidos de suspensión. Ya sabe que se perderá los partidos en los que se decidirá el título de Liga.

Casquero: «No tiene nombre que te pisoteen»

Francisco Javier Casquero, centrocampista del Getafe, dijo ayer sobre la agresión que sufrió el martes por parte del portugués del Real Madrid Pepe que éste debería saber que viste la camiseta del conjunto blanco «y no una de barrio».

«No es agradable. Estar tirado en el suelo cuando te han hecho un penalti y que te pisoteen no tiene nombre. Siempre he sido un caballero en todo momento, no defiendo en absoluto esas acciones y el que tenga que tomar cartas en el asunto que lo haga. Es un gran futbolista, pero está vistiendo la camiseta del Real Madrid, no la de un barrio. Hay que ser consecuente con las cosas que se hacen», dijo el jugador del Getafe.

Casquero desveló que no ha recibido disculpas personales del defensa del Real Madrid, y declaró que acepta las palabras del central madridista, que ante los medios pidió perdón al medio del Getafe y a su club y compañeros. Además, reconoció que todavía no ha visto las imágenes de la agresión, en las que Pepe, tras hacer penalti, pegó dos patadas a Casquero cuando éste estaba en el suelo.

«Sí, claro, acepto las disculpas, pero nada va a cambiar su acto de cara a los que tengan que tomar cartas en el asunto. Lo único de lo que me preocupo es de mi equipo y de mi situación. Lo demás ya ha pasado y cada uno es dueño de sus actos», dijo.

«Me duele más el hecho de no haber sumado tres puntos que lo que ha hecho. Le conozco, me lo he cruzado tres veces, es un futbolista del Real Madrid y lo respeto al máximo, sobre todo a su club. Le deseo todo lo mejor porque lleva una camiseta que de pequeño he defendido y con la que me he criado cuando estuve allí de pequeño. Pero me enseñaron otros valores que no fueron esos», agregó.

También se refirió a la forma con la que lanzó el penalti. Con empate a dos en el marcador, y casi en el final del choque, decidió tirar al estilo "Panenka". Al respecto, Casquero declaró que no se arrepiente de haberlo hecho, sino de haberlo lanzado mal.