Andorra 2

Arcebansa 6

Andorra, Pues sí. A la tercera fue la vencida. El Arcebansa Zamora ha necesitado tres encuentros de la fase de ascenso para conseguir el triunfo fuera de casa. Algo habitual en este tipo de competiciones en las que jugar de local supone una baza importantísima para quien goza del factor campo. Se cumplió lo que todos querían, conquistar a la "Vella". No se trataba de una bonita princesa, ni tampoco de un amor platónico, sino que se trataba de poner una banderita, cual montañero que corona una cima, en la capital del Principado. Al llegar a la cima, el Arcebansa vio las banderas de Burela y Puertollano, equipos que anteriormente habían conseguido ese objetivo, y los zamoranos situaron en tres los equipos que han ganado ya en Andorra.

El equipo rojiblanco no hizo un partido brillante, ni mucho menos. En la primera parte tuvo problemas para cerrar en defensa y no estuvo fluido para generar ocasiones en la parte de arriba. Menos mal que el paso por los vestuarios aclaró las ideas de los rojiblancos, que tras el descanso salieron más metidos en el duelo, defendiendo cada balón como si fuera el último de la temporada, y creando varias ocasiones de gol. Y afortunadamente esta vez sí que hubo más efectividad.

Nada menos que seis goles y un más cuatro en el casillero de goles.

Y es que parece que los zamoranos siguen un patrón habitual en sus duelos. Es como ese asesino en serie que sigue los mismos pasos cada vez que perpetra uno de sus actos mortuorios. Primero, una salida a la pista muy floja, recibiendo por eso un gol del contrario; y a partir de ahí, la reacción, para ir de menos a más en el partido. Algo que ha acontecido en los cuatro duelos que se llevan disputados de fase de ascenso. El Arcebansa Zamora es como ese caballo brioso que necesita de un arreón de su jinete para empezar a galopar con todas sus cualidades en plenitud.

Ese patrón se cumplió con el gol de Felipe en el segundo minuto de juego. El Arcebansa reaccionó acto seguido con un gol de Kikillo. Pero de nuevo el FS Zamora volvió a ser ese equipo apático, poco fluido e inoperante por momentos en la defensa, que aprovechaban los andorranos una y otra vez para asaetear a Eloy. Menos mal que el meta leonés estuvo muy acertado en el choque y vuelve a trasmitir esa seguridad que parecía haberse perdido en los últimos partidos.

Pero tantas ocasiones concedió el Arcebansa que Jeffersson hacía el segundo cinco minutos después. Tras ese gol, el partido entró en una dinámica de imprecisiones e irregularidades, impropio de fase de ascenso. Menos mal que Andorra no quiso seguir atacando y le regaló todo el campo al Arcebansa, que empató el duelo con un tanto de Bruno Cabral.

Pipe volvió a ser uno de los jugadores más destacados. El salmantino dio tres asistencias de gol y guió al equipo al triunfo. Pero fue Pavesio quien desequilibró la balanza a favor del Arcebansa con un tanto a falta de seis minutos para el final del choque. El "muro" remataba de cabeza una jugada individual de Silami. El brasileño volvió a ser el de "play off". Intermitente pero siempre decisivo en las jugadas claves.

A partir de ahí, la necesidad de ir a por el partido por parte de Andorra, propició que el equipo rojiblanco gozara de más ocasiones y llegadas al arco rival, por lo que el partido acabó con un resultado exageradamente abultado.

Este triunfo, unido al triunfo de Burela y al empate entre Puertollano y Valencia, deja el partido del próximo fin de semana en Zamora, entre el Arcebansa y Burela, como uno de los momentos claves de esta fase de ascenso.

Otro punto a tener en cuenta fue el desplazamiento de la afición zamorana a la capital del Principado. Gracias a la ayuda que están dispensando las instituciones zamoranas, una cuarentena de zamoranos llegaron a Andorra para animar al equipo. Allí, se vieron las caras con otros tantos hinchas que residen durante el año en Cataluña y que tampoco se quisieron perder la presencia del conjunto de la capital del Duero en Andorra la Vella.

El final del partido, con los jugadores saludando y botando al lado de los aficionados, parecería algo desmedido, ya que eso quedará para final de temporada, pero fue un gesto entendible y que los jugadores quisieron hacer para agradecer la paliza de viaje que los aficionados se dieron hasta el Principado.