El corredor catalán Oriol Llesuy del equipo Ditec Tarragona se proclamó ayer vencedor de la 61 edición del Trofeo Iberdrola de ciclismo para élite y sub´23 que se celebró por carreteras zamoranas con un recorrido de 150 kilómetros con salida y meta en el Poblado del Esla.

Fue una edición que contó con la participación de 17 equipos compuestos por siete corredores cada uno de ellos, aunque el Comunidad Valenciana corrió con tres integrantes, el Froiz con cinco y como independientes lo hicieron cuatro corredores.

En el Poblado del Esla se dio la salida al pelotón a las 12.30 horas y desde los primeros kilómetros el pelotón rodó muy fuerte, aunque reagrupado con algunas escapadas que no fructificaron.

En las calles de la capital zamorana la "serpiente multicolor" se presentó en un abrir y cerrar de ojos y en la meta volante situada en la Avenida Alfonso IX el corredor del Viña Magna Mario García Sánchez comenzó a dar su pequeño recital al pasar el primero bajo la pancarta, seguido por Andoni Blázquez (Bidelan) y Víctor Andrés (Caixa Nova). Antes de abandonar Zamora el pelotón disputó un sprint especial situado en el barrio de Pinilla y aquí nuevamente fue Mario García quien impuso su punta de velocidad por delante de Eloy Ruiz (Andalucía) y de Francisco J. Villarroel (Frio Julymar).

El pelotón se encaminó hacia las carreteras sayaguesas y en el mismo se produjeron algunos escarceos en la cabeza con mínimas ventajas para los escapados que siempre fueron absorbidos.

A la hora de carrera los ciclistas habían cubierto 41,500 kms..

En el kilómetro 42, a las afueras de Zamora, se produjo una escapada de 11 corredores que iban a ser neutralizados antes de llegar a la localidad de Pereruela.

Los corredores seguían rodando a un ritmo muy fuerte y a pesar de ello se produjo una nueva escapada de 14 hombres a los que se les iban a unir otros cuatro.

Antes de entrar en Bermillo de Sayago se produjo una caída en la que se vieron involucrados varios corredores del pelotón perseguidor, mientras que adelante Gorka Aguirrezabala (Bidelan) pasaba el primero bajo la pancarta de meta volante instalada en Bermillo de Sayago.

A partir de aquí la carrera se empezó a romper. El grupo de 18 escapados cobraba una ventaja de algo más de medio minuto con respecto al pelotón en una segunda hora de carrera en la que se habían cubierto 87 kilómetros. Por detrás, el pelotón se iba fraccionando en varios grupos, circunstancia que permitía a los perseguidores mantener una cómoda ventaja.

Por el premio de montaña de Villalcampo era Mario García (Viña Magna) quien imponía su ley, mientras que por el del Poblado del Esla era José M. Comino (Andalucía) quien pasaba en primera posición.

Antes de llegar a Puente Pino se produjo una caída en la que se vieron involucrados dos corredores, uno de ellos del equipo Diputación de León, Pol Nabbel, que necesitó llevar evacuado en ambulancia al Hospital Virgen de la Concha.

Mientras tanto y al paso por el Puente Pino, donde se podía ver una pancarta alusiva al mal estado de las carreteras y que rezaba «¡Que mierda de carretera, señor Herrera!», el grupo de escapados llevaba una ventaja de 1´20´´al pelotón, diferencia que disminuía en tan sólo cinco segundos en el premio de montaña de Villadepera donde otra vez José M. Comino (Andalucía) volvía a ser el más fuerte, como también lo volvía a ser Mario García en la meta volante de Villadepera.

En el tramo final de la carrera, el grupo de perseguidores logró dar alcance a los escapados y por el premio de montaña de Villalcampo se fugaron ocho corredores cuando tan sólo quedaban unos diez kilómetros para la línea de meta.

En los últimos kilómetros Oriol Llesuy y Joseba Larralde protagonizaron un última ataque que les permitió quedarse en cabeza para disputarse ellos dos la victoria en el Poblado del Esla.

Oriol Llesuy logró sacar unos metros a Larralde pero éste se rehizo y se volvió a unir a su compañero en la fuga decisiva que acabó otorgando la victoria al catalán Oriol Llesuy quien en el último repecho sacó unos metros a su compañero de escapada que fueron decisivos y que le permitieron hacerse con el triunfo tras cubrir los 150 kilómetros de los que constaba la prueba.

A cuatro segundos del vencedor entraba Joseba Larralde y en tercera posición, a veinte segundos del vencedor, cruzaba la línea de llegada Josué Gutiérrez. El primer zamorano era Javier Manzano Gómez, quien corrió con la camiseta del equipo Café Baqué, y que llegó en el puesto decimoctavo a 1´58´´del vencedor de esta nueva edición del Trofeo Iberdrola que contó con numeroso público en algunos momentos del recorrido, así como en la línea de llegada donde la diputada de deportes, Clara San Damián, fue la encargada de entregar los trofeos.

Al término de la carrera, Oriol Llesuy señalaba para LA OPINION EL CORREO DE ZAMORA que «ha sido una prueba muy disputada y dura en la que me he encontrado muy fuerte, como en las últimas carreras que he disputado, y esto me ha permitido lograr el triunfo en esta ocasión. El trabajo de mi equipo ha sido impecable, no se puede poner ningúnpero y mis compañeros también tienen gran culpa de este éxito que empecé a saborear cuando quedaban unos 100 metros para la línea de meta y me di cuenta que mi compañero de escapada ya no podía seguir el ritmo que había impuesto en la subida que desembocaba en la meta. La verdad es que estoy muy contento con esta victoria».

Por su parte, el zamorano Javier Manzano Gómez, señalaba que «durante la carrera apenas ha soplado el viendo y esto la ha hecho más llevadera. Creo que durante los ochenta primeros kilómetros hemos rodado muy cómodos, pero a partir de Bermillo la prueba se endureció con los tirones que se comenzaron a dar en el pelotón. Estoy bastante satisfecho con mi actuación, me he encontrado bien y la verdad es que he tenido que trabajar mucho para estar enganchando a los de cabeza, quizá esto lo pagué en los últimos veinte kilómetros en los que las fuerzas me empezaron a fallar un poco».