MANACOR 9

GCE ARCEBANSA 2

Manacor es una localidad conocida por las perlas de "Majórica" o también por ser la "ciudad del mueble". Además de por estas curiosidades, Manacor es la cuna de deportistas de élite. Jugadores profesionales de fútbol como Miguel Angel Nadal -que precisamente da nombre al Pabellón de esta localidad al Este de la isla de Mallorca-, Riera o Xisco han nacido en Manacor. También la gimnasta Elena Gómez, campeona del mundo en suelo, dio sus primeros pasos en esta zona de Baleares. Pero si hay un deportista que lleva la bandera de Manacor por todos los lugares del mundo, ése es sin duda el tenista Rafa Nadal.

El manacorí ha hecho que mucha gente joven conozca dónde está Manacor, y todo gracias a la práctica del deporte; en este caso al tenis, donde actualmente es el número dos y acecha, cada día más, el número uno ocupado por el suizo Federer.

Y precisamente a este deporte, al tenis, es a lo que vamos a asemejar el partido que jugó el GCE Arcebansa ayer en el Municipal Miguel Angel Nadal ante el Fisiomedia Manacor.

El FS Zamora fue capaz de defenderse de las duras acometidas que efectuaba su rival. Una primera parte del partido frenética, con golpes muy duros y secos del Fisiomedia Manacor, pero que eran perfectamente defendidos por un GCE Arcebansa que volvió a sus orígenes de una buena defensa y salidas rápidas al contragolpe. El equipo que llevaba el control y el devenir del punto era el Manacor, pero no acababa de sentirse cómodo ante un rival que supo ponerle las cosas muy difíciles.

Los primeros cinco goles del encuentro fueron cinco dianas que en tenis se denominarían puntos de saque o "aces". Dos penaltis, dos dobles penalties y una falta desde la frontal del área. Ese fue el balance de los primeros veinte minutos en cuanto a potencial ofensivo. Los equipos sólo supieron golpear a base de balones parados. Aunque con una doble lectura. El GCE Arcebansa con muy poquito en ataque se llevaba dos goles en su haber, mientras que el Manacor, con mucho juego y ocasiones se llevaba tres dianas, y alguna gracias a alguna jugada polémica en la que los árbitros se convirtieron en protagonistas.

La defensa del GCE Arcebansa volvió a ser la de los partidos de la primera vuelta. Desde la línea de quince metros, el conjunto de Miguel Angel Hernández empezaba a presionar y a romper todas las jugadas de ataque del Manacor. En alguna ocasión también jugó un papel importante el factor suerte, y tres balones del Manacor se marcharon a los palos, como cuando la pelota en un partido de tenis decide estrellarse en la parte superior de la red, en vez de pasar de campo.

Con esto, el GCE Arcebansa cerraba una primera parte brillante en defensa, de las mejores que se le recuerdan al equipo zamorano a domicilio y con una sensación agria, porque el Manacor sólo se puso por delante en este primer acto a falta de un minuto y medio para el final con un penalti más que riguroso.

La situación era esperanzadora, el equipo local, encarnado en Rafa Nadal, era dominador del choque pero no acababa de encontrar el punto débil de un GCE Arcebansa, que sin ser uno de los equipos potentes de la Liga, estaba poniendo en aprietos al colíder. El equipo, con la llegada de Leo, ha ganado en consistencia. Una consistencia que seguro aumentará con la llegada de Claudinho. Pero esto no significa que sólo existan estos dos jugadores. El resto del equipo también está virando hacia una dinámica buena y positiva. Desde el meta hasta el pívot, todos se vuelven a implicar en la defensa.

Esta situación de casi igualdad en el marcador, y la buena actitud planteada en los primeros veinte minutos, hacía que las esperanzas de sacar algo positivo del partido pasaran de la utopía a la posibilidad remota.

Pero en el segundo acto esas posibilidades se esfumaron de un plumazo tras cinco minutos de la reanudación. El equipo, que tan sólo había contado con tres rotaciones durante el choque, empezaba a mostrar signos de fatiga, y eso ante un equipo tan potente como el Manacor es la muerte segura. Jugadores de gran calidad como Grelo o Paulinho fueron los encargados de martillear y vapulear a base de mates. El GCE Arcebansa, después del cuarto gol, tuvo que apelar a la heróica y empezó a jugar con portero jugador, subiendo a la red, como en el tenis. Pero de nuevo la táctica de jugar de cinco no dio resultado.

La derrota, al final, fue mucho más abultada de lo que se vio en la cancha y de los méritos hechos por el GCE Arcebansa.

Pero con lo que hay que quedarse del choque de ayer es con que el equipo ha vuelto a reencontrarse con las buenas sensaciones en la zona defensiva, aunque sea algo que resulte paradójico habiendo recibido nueve tantos en el partido.