Cheste (Valencia).- «Espera Fernando, una foto». El asturiano cumplió con un grupo de invitados de Renault, cuando ya abandonaba la caravana y sus acompañantes aguardaban. Treinta minutos en el box con los ingenieros, que tomaban nota para apurar la labor antes del siguiente encuentro; cinco minutos de autógrafos a la puerta del campamento de la escudería y el resto para una ducha rápida y los saludos de rigor. Igual que en los días anteriores no hubo comparecencia, a pesar de que los medios aguardaban por él. «No hablará hasta después de la presentación. Son las normas. Entendédlo». Marie, una de las empleadas de comunicación, transmitía órdenes superiores. Así que nuevamente las impresiones de Alonso quedaron plasmadas en un comunicado más bien frío y con poco tirón, como de compromiso. «Me he encontrado muy relajado con la gente del equipo y cada vez más cómodo con el coche». El sexto tiempo del día, a seis décimas del primer Ferrari, indica que todavía queda tarea por delante y que los italianos aún están bastante por delante. «Estoy contento por cómo ha ido el último día. Otra vez corrimos sin ningún problema y pudimos completar un buen número de vueltas».