ESPAÑA 27 (15+12)

FRANCIA 28 (15+13)

Noruega.- La selección española arrancó la segunda fase del Campeonato de Europa con una derrota (27-28) ante Francia, en un encuentro en el que España desperdició de un último balón para haber logrado un empate, que hubiera situado al equipo nacional en una inmejorable situación para llegar a las semifinales.

Sin embargo, la imprecisión que lastró el juego del conjunto español en la segunda mitad, impidió que tan siquiera, pese a contar con dos atacantes más sobre la pista, tras exclusión de Girault y la presencia de Romero como portero jugador, tuviese la oportunidad de lanzar.

Un mal pase de Roberto García sepultó las esperanzas españolas, que si el pasado domingo afrontó ante Alemania una prueba de carácter, tras el varapalo que supuso la inesperada derrota con Hugría, ayer ante Francia encaraba un examen para conocer si los pupilos de Juan Carlos Pastor pueden aspirar realmente al oro o no.

La solidez del conjunto galo, que al menos de inicio, penalizó cada uno de los fallos de la selección, impedía a España cometer la más mínima imprecisión, un requerimiento que no está a la altura de cualquier equipo.

Pero España, al menos de inicio, si lo estuvo, y recurriendo al mismo juego pausado y elaborado que utilizó para destrozar en ataque a Alemania se colocó rápidamente con ventaja en el marcador.

Lástima que el más mínimo fallo tanto en ataque como en defensa tuviera como resultado un gol de conjunto galo, que remontó hasta en tres ocasiones en los primeros veinte minutos la renta de dos goles (2-0, 4-2 y 9-7) de la que llegó a gozar el equipo español.

Pese a todo, el equipo nacional no desesperó, y pese a ver como Francia, gracias a una exclusión de Raúl Entrerríos, volvía a enjugar una nueva renta de dos goles (12-10), siguió sin perder un estilo de juego, en el que brilla más que nadie Alberto Entrerríos. Al descanso se llegó con 15-15.

Un Karabatic, que por desgracia para los intereses de Juan Carlos Pastor, sí apareció en los primeros compases de la segunda mitad, lo mismo que el barcelonista Jerome Fernández, que con dos tantos cada uno dispararon por primera vez la ventaja de Francia a unos inquietantes tres goles (16-19).

España dispuso con la exclusión de Bertrand Gille para volver a engancharse nuevamente al duelo, pero la selección, que perdió el aplomo y la compostura que mostró en la primera mitad, no sólo no aprovechó el hecho de contar con un hombre más, sino que pareció hundirse un poco más tras un espectacular gol de Abalo (17-22).

La diferencia llegó a recortarse a tan sólo dos (25-27). España desperdició un penalti, un error, que no fue sino el inicio, de un buen puñado de oportunidades perdidas para España -un palo, un rebote imposible, un fallo en el pase-, hasta llegar al despropósito final, que impidieron la remontada definitiva del equipo español, que ayer demostró estar un pasito por detrás del "gigante" francés.

España: Hombrados; Rocas (5p), Belaustegui (2), Chema Rodríguez (4), Alberto Entrerríos (5), Davis (-) y Garabaya (3) -equipo inicial- Sierra (ps), Raúl Entrerríos (3), Juanín García (-), Romero (5, 2p), Aguinagalde (-), Asier Antonio (-) y Roberto García (-)

Francia: Omeyer; Abalo (3), Fernández (4), Bertrand Gille (5), Dinart (-), Karabatic (4) y Girault (4, 1p) -equipo inicial- Karaboue (ps), Dinart (-), Guillaume Gille (1), Narcisse (7), Kempe (-), Ostertag (-), Paty (-) y Guilbert (-)

Marcador cada cinco minutos: 4-2, 7-6, 9-7, 11-10, 13-12, 15-15 (Descanso) 17-19, 17-22, 19-25, 22-26, 25-27 y 27-28 (Final).

Arbitros: Olesen y Pedersen (Dinamarca). Excluyeron por dos minutos a Raúl Entrerríos y Asier Antonio por España; y a Bertrand Gille, Guillaume Gille y Girault por Francia.