Valladolid 1

At. Madrid 1

Valladolid.- El Atlético pasa a la siguiente ronda de la Copa del Rey al empatar en Zorrilla (1-1) en un partido que se decidió con una genialidad del argentino Sergio Agüero y que los madrileños sacaron adelante con mucho sufrimiento y cautela en un emocionante final, en el que el Real Valladolid echó el resto.

La igualada de hace una semana (0-0) dejaba todo abierto para este encuentro de vuelta y ninguno de los dos parecía dispuesto a firmar tablas. Físicamente, el Real Valladolid se presentaba más entero, pero es que los locales jugaron con once suplentes y los rojiblancos, con todo su arsenal.

Aguirre recuperó, tras un mes y medio de baja, al medio centro ítalo-brasileño Thiago Motta, un jugador llamado a cumplir un papel protagonista en un equipo huérfano de jugadores de su corte. Por lo demás, el técnico mexicano echó el resto y no quiso saber nada de reservas, al contrario que Mendilibar, que sacó un once completamente diferente al del domingo en liga.

El Valladolid sufría en los balones largos y, sobre todo, con la viveza del argentino Sergio Agüero y del uruguayo Diego Forlán, quienes tiraban desmarques permanentemente, y eso que la dupla local de centrales, Baraja-Bea, fue talismán la pasada campaña.

Afortunadamente para el Valladolid, el Atlético tiene "su debe" en la distribución de juego y sin pases interiores a sus puntas, el peligro inicial se fue diluyendo. Así, en pleno cambio de signo del partido, el Valladolid tuvo su primera opción en el minuto 22, por medio del nigeriano Bartolomew Ogbeche, que forzó con su remate una espléndida intervención de Falcón.

Nada más reiniciarse el encuentro, una aparición estelar del "Kun" Agüero sirvió para marcar las diferencias y un gol extraordinario. Dos toques, conducción de balón magistral y la rúbrica de un disparo cruzado para batir a Alberto (min. 48). Todo ello con una sencillez mucho más aparente que real.

Cuando todo parecía perdido para los vallisoletanos, Joseba Llorente prolongó la inspiración goleadora del pasado domingo (tres goles al Recreativo) para meter el partido en "un puño" con un tanto de los suyos, de listo (min. 70).

A partir de ahí, apretó mucho el Valladolid, hasta con tres delanteros, se protestó un posible penalti a Llorente y Diego Forlán desperdició dos buenos contraataques para el Atlético, pero el empate permaneció inalterable.