Pamplona.- Osasuna tratará de corregir esta semana ante Peña Sport y Real Madrid una trayectoria errática que, pese a mantenerse vivo en las tres competiciones, le ha llevado a firmar un parcial con dos victorias en 16 partidos oficiales.

A la sucesión de empates en competición europea ante Hamburgo (0-0, 1-1), Trabzonspor (0-0, 0-0) y Heerenveen (0-0) le sucedió una contundente derrota, la encajada en Lens (3-1), que ha marcado el definitivo punto de inflexión de un equipo que comienza a sentir el peso de sus deficitarias estadísticas.

La incapacidad para alternar en Liga y Copa de la UEFA, algo a lo que de una u otra manera ya han aludido el entrenador Ziganda y el meta Ricardo, ha derivado en una sucesión de contratiempos que, tras la inicial falta de puntería para resolver ciertos partidos, ha derivado en una grave crisis de resultados.

Las victorias ante Nástic (2-0) y Celta de Vigo (0-2) parecieron enderezar el rumbo de un equipo afectado por su eliminación en la previa de la Liga de Campeones, pero de lo que se intuía podía ser un atisbo de reacción se ha pasado a encadenar nueve encuentros sin ganar, cinco de ellos en Liga (2 puntos de 15).

La incapacidad de Osasuna ha ido aumentando a medida que los resultados le iban dando la espalda, pero especialmente significativas han sido sus actuaciones ante Athletic (1-1) y, ya en Copa de la UEFA, Lens (3-1), donde el equipo estuvo ya muy por debajo de su nivel.

La imagen dada en Sevilla fue la propia de un equipo empequeñecido que, al tanto de sus problemas, opta por aparcar sus credenciales para jugar en función del rival. El resultado, aun con Ricardo, fue el que suele ser en estos casos (2-0). Osasuna buscará su reacción esta semana en dos competiciones distintas, Copa y Liga, y ante dos rivales dispares, un Tercera amateur como la Peña Sport y un grande vestido de calle como el Real Madrid.