Toca temporada buena. Al menos esto es lo que debería de ser si continúa la tradición desde que José María Casas es presidente del Zamora C. F., de eso ya hace nueve años. Siempre que el equipo rojiblanco arrancó con buen pie, acabó con sus "huesos" en una fase de ascenso a Segunda División.

Diez entrenadores han pasado por el banquillo del Zamora desde que Casas tomó el mando del club, desde Carlos Tornadijo a Alvarez Tomé, pasando por los Gail, Coria, Corchado, Fabri, Balta y Raúl González.

Tornadijo, Balta y Tomé fueron los tres únicos que repetieron en el cargo, al resto o no se les renovó sus contratos como en el caso de Corchado o fueron destituidos como Gail y Fabri, aunque en este segundo pelotón también acabó entrando el salmantino Baltasar Sánchez.

El burgalés Carlos Tornadijo fue el encargado de abrir el turno de las temporadas triunfales y aunque lo hizo en Tercera División, fue para ascender al equipo a Segunda B donde el técnico acabó poniendo su dimisión sobre la mesa al final de la primera vuelta después de ver como el equipo estaba en el pozo de la clasificación.

En los comienzos del año 2000 Tomé desembarcó en el Zamora y lo hizo para salvar a la nave rojiblanca del descenso y en la siguiente campaña continuó en el banquillo para alcanzar una histórica primera presencia del equipo zamorano en la fase de ascenso a Segunda.

Seis años después Casas llegaba a un acuerdo con el técnico leonés para que éste volviese al banquillo del Zamora. Y por el momento su fichaje está más que justificado.

El Zamora C. F. 2006-07, después de haberse disputado once jornadas de Liga, está ante el mejor arranque del Campeonato desde que volvió a Segunda B.

Los rojiblancos han sumado veintidós de los treinta y tres puntos que se llevan disputados, superando en uno al Zamora de hace un par de años que dirigía Balta y que también alcanzó el "play-off", y en dos al de José Ramón Corchado con quien el Zamora rubricó la mejor temporada liguera en la actual categoría, concluyendo la Liga en la segunda posición. El Algeciras, en aquel entonces, se cruzó en el camino de los rojiblancos para cortarles sus alas hacia el ascenso.

En su anterior etapa como técnico del Zamora, Alvarez Tomé tenía situado al equipo en la octava posición con 18 puntos cuando se habían cubierto los once primeros partidos.

En la presente temporada, sólo el líder, Palencia, y el Barakaldo han empezado con un ritmo más alto que el de los zamoranos pero éstos, después de estar a cinco puntos del liderato, ya tienen a los palentinos y a los vascos a tiro de piedra para darles alcance e incluso para superarlos en la clasificación.

En estos once encuentros el Zamora sólo ha caído en una ocasión y lo hizo en Oviedo frente al Universidad después de adelantarse en el marcador al cuadro asturiano. Las otras diez confrontaciones se cuentan por victorias (seis) y empates (cuatro).

Los tres últimos triunfos consecutivos alcanzados por los de Tomé ante Real Sociedad B, Real Unión y Alfaro, les han permitido afianzarse en los puestos altos de la tabla y, de paso, abrir un hueco que empieza a ser importante respecto a equipos como el Oviedo, Burgos o Real Unión, e incluso con los filiales del Athletic, Real Sociedad y Real Valladolid.

A siete jornadas para el final de la primera vuelta, los rojiblancos tienen más que al alcance de la mano superar con creces la barrera de los treinta puntos que les colocarían en una inmejorable posición para afrontar la segunda parte de la Liga con bastantes garantías de alcanzar la que sería la cuarta fase de ascenso.

Curiosamente, el Zamora de Balta a estas alturas de competición no conocía la derrota pero tenía un punto menos ya que contaba con una victoria menos y dos empates más con siete goles a favor y tan solo uno en contra. Fue la campaña en la que el Zamora se quedó a un solo gol de la División de Plata cuando cayó por 1-0 frente al Castellón. Ahora, el objetivo es superar aquel final y poder celebrar un ascenso que algunos equipos modestos como el Vecindario o la Ponferradina ya saborearon en su día.