Valladolid.- Luis Aragonés, seleccionador español, apostará hoy por más gente joven en su proyecto premundialista -podría alinear un equipo con una media de 23,7 años- y confía en Sergio Ramos en el lateral derecho y en Cesc Fábregas para llevar el mando, en un amistoso con rival interesante y repleto de buen fútbol.

Costa de Marfil se perfila en Alemania 2006 como una de las revelaciones del fútbol mundial. Su nómina de futbolistas así lo certifica, con Drogba al frente y flanqueado por los hermanos Kolo y Yaya Touré, Eboué, el lateral que fulminó a Robinho con el Arsenal, o Zokora, un tipo de corte defensivo del Saint Etienne, incluido en la agenda de los clubes grandes europeos.

España va a ser en el Mundial uno de los países con más proyección de futuro. Luis comienza en Valladolid a evaluar en serio ya a sus pupilos. Pide concentración e intensidad. Y de entrada, va a situar a Sergio Ramos en su demarcación natural, en el sitio que entiende que el sevillano rinde más: como lateral derecho.

Siempre fue rotundo Luis con Ramos. Para él es lateral. Y punto.

Cuando actúa de central o medio centro es por exigencias del guión, en un apuro. Pero nada más. Ramos, eso sí, va a desplazar a la suplencia a Michel Salgado. No es una semana de buenos recuerdos para Salgado. En el ojo del huracán, tras la famosa celebración del gol de Ramos precisamente en Son Moix, Michel debe ahora esperar su turno, meses antes de un Mundial, un torneo donde el lateral gallego ha puesto toda su fe. Ha hecho de ese objetivo un asunto personal.

El gran personaje de la gélida noche que se espera en Valladolid es sin duda Cesc Fábregas. Llevará el número 8. El mismo con el que ha triunfado en las selecciones inferiores. Con 18 años, en la historia moderna del fútbol, nunca un chico tan joven había llegado tan alto. Fábregas, pues Cesc llevará el apellido en su camiseta al dorso como en el Arsenal en lugar del nombre de pila, se asoma al equipo nacional en una jornada en la que Aragonés, ahora ya con calma y sin la tensión de obtener el pasaporte urgente para Alemania, desea ver nuevos movimientos tácticos.

Es el momento de jugar con un 4-3-3. Le ha faltado poderío al centro del campo español en muchas fases de la clasificación. Y ahora es el momento de cambiar el destino. Con Xabi Alonso en el eje, interpretando el mismo papel que borda en el Liverpool de Rafa Benítez, España puede subir el nivel con Fábregas y Senna o Albelda al lado. Aunque por los ensayos, parece que el futbolista del Villarreal pudiera partir con algo de ventaja. Senna, por cierto, sería el cuarto nacionalizado español nacido en Brasil. Antes habían debutado Becerra, Donato y Catanha. Es en la zona del medio centro donde Luis ha permutado puestos en el ensayo de Las Rozas. Ha empleado varias alternativas. Esta tarde, a las 19 horas, dejará ver ya sus cartas. Entre Cesc, Senna, Albelda y Xabi Alonso, uno se quedará fuera.

Delante, en el once de Luis Aragonés, Villa actuaría echado al costado derecho, Fernando Torres en el centro y Luis García a la izquierda.

Luis quiere velocidad de transición. Y expondrá un equipo novel, pero con criterio, con futbolistas de calado como Albelda, Joaquín, Morientes y Reyes, que también contarán con tiempo en el segundo tramo. Iker Casillas, internacional en 55 ocasiones, será el capitán de la selección en ausencia de Raúl.

Entretanto, Costa de Marfil tirita de frío en Valladolid.

Aterrizó con Henri Michel en la dirección técnica. Henri Michel fue seleccionador con Francia entre los años 84 y 88, antes de emprender una nueva aventura en Camerún, Túnez y Marruecos, donde dirigió al Raja de Casablanca.

Ha cambiado mucho también el nivel del fútbol en Africa. Cuando Henri Michel llegó a Camerún en el 94, llegó a jugar su equipo 23 partidos con el mismo juego de camisetas. Hoy, Costa de Marfil viste con la marca Puma y sin tantas restricciones.

Costa de Marfil, reciente subcampeón de Africa, por fin se sienta a la mesa de los grandes. Ha jugado amistosos contra Francia, contra Italia y ahora con España. Antes, era un equipo que no había salido de Africa. Henri Michel reconoce que les falta la experiencia que dan las grandes competiciones.

Drogba, sin ir más lejos, aunque juega en el Chelsea, con 27 años nunca ha ganado aún un gran torneo internacional.

Y en esa idea anda Costa de Marfil, soñando con convertirse en el Mundial en la revelación, en ese país simpático que fue Camerún en el 90 o Senegal en 2002.