Turín.- La policía italiana registró durante cinco horas los alojamientos de los equipos austríacos de esquí de fondo y de biatlón, en Pragelato y Cesana San Sicario, donde se encontraron jeringuillas y medicamentos, en una operación que nació en una información de la Agencia Mundial Antidopaje al Comité Olímpico Internacional (COI).

El COI alertó a la policía italiana de la posible presencia en los alojamientos de esa selección austríaca del ex entrenador del equipo de esquí nórdico Walter Mayer, acusado de prácticas de dopaje y que no puede participar ni en estos Juegos ni en los de 2010 en Vancouver (Canadá) por estar implicado en prácticas de manipulación de la sangre de los atletas durante los de Salt Lake City 2002.

Además de los registros, realizados por un cuerpo especial de los "carabineros" bajo el mandato de la Fiscalía de Turín, se realizaron, por parte del COI, diez controles antidopaje a atletas del equipo austríaco, seis de la disciplina de fondo y a otros cuatro del de biatlón. A todos ellos, sólo se les ha practicado un análisis de orina.

Según se ha informado, al menos de momento, ni se encontró a Mayer ni nada anormal en los registros, en los que también estuvieron presentes miembros del COI, quienes sometieron a los atletas a los pertinentes análisis.

Sin embargo, se está procediendo a examinar con especial cautela una bolsa que habría lanzado un atleta austríaco desde una ventana de su habitación de Cesana-San Sicario en el momento de los registros, hecho que fue advertido por uno de los policías. La bolsa contenía diversos productos que están siendo examinados por la policía, así como la documentación confiscada. Los agentes, asimismo, están actualmente analizando una serie de jeringuillas y de fármacos contra el asma encontrados en sus registros. Y es que entre los objetos incautados figura un buen número de jeringuillas intravenosas nuevas, pero también ya utilizadas.

En tanto, la policía sigue buscando a Walter Mayer, que se cree que pueda estar en zonas olímpicas turinesas. La operación policial está coordinada por el fiscal jefe de Turín, Marcello Maddalena.