Turín.- El equipo de Italia regresó doce años después al trono de la prueba de relevos 4x10 kilómetros de esquí de fondo masculino, al ganar esta carrera en los Juegos Olímpicos de Invierno de Turín 2006 en una novena jornada en la que la española María José Rienda no pudo debutar al aplazarse por el mal tiempo el supergigante alpino femenino.

La prueba central de la jornada iba a ser el supergigante femenino, en el que la María José Rienda iba a hacer su debut en los Juegos, a la espera de su gran día, el 24 de febrero, cuando se disputará el gigante, en el que es una de las favoritas.

Pero el mal tiempo, en forma de intensa nevada y niebla, convirtió la pista de San Sicario Fraiteve en un lugar muy peligroso, en el que la visibilidad era muy limitada.

Así, los organizadores tuvieron que suspender la carrera y aplazarla hasta hoy al mediodía, justo entre las dos mangas del gigante masculino. Todo ello si la meteorología no se empeña en impedirlo.

En el relevo de 4x10, tras dos Juegos seguidos conformándose con la plata, los italianos lograron, ante su público, el ansiado oro que en 1994 se colgaron los legendarios Maurilio de Zolt, Marco Albarello, Giorgio Vanzetta y Silvio Fauner, los mismos que en la Ceremonia de Apertura de Turín 2006 formaron parte del último grupo de relevistas de la llama olímpica que condujo hasta el pebetero la ex esquiadora de fondo Stefania Belmondo.

El equipo italiano formado por Fulvio Valbusa, Giorgio di Centa, Pietro Piller-Cottrer y Cristian Zorzi se llevó el triunfo con 15 segundos y siete décimas de ventaja sobre los alemanes Andreas Schlutterer, Jens Filbrich, Rene Sommerfeldt y Tobias Argerer. El bronce fue para los suecos Mats Larsson, Johan Olsson, Anders Soedergren y Mathias Fredriksson, a 16 segundos de los ganadores.

Tras los dos primeros relevos, los de Valbusa y Di Centa, Italia marchaba en la quinta plaza, aunque nada lejos de la cabeza, en la que se alternaban canadienses y checos.

El despunte italiano comenzó durante la posta de Pietro Piller-Cottrer, bronce en los 30 kilómetros persecución individual y que tardó poco en colocarse en cabeza, por delante del sueco Anders Soedergren y el checo Jiri Magal.

Piller-Cottrer dio en cabeza el relevo a Cristian Zorzi, cuyo ritmo fue inalcanzable para sus rivales, que poco a poco fueron perdiendo de vista al esquiador transalpino. Al final llegó en solitario a la meta, con más de quince segundos de renta sobre sus perseguidores yante el regocijo del público concentrado en masa en el estadio de Pragelato, pese al frío y la intensa nevada.

Por su parte, la holandesa Marianne Timmer ganó su segundo título olímpico en la prueba de 1.000 metros de patinaje de velocidad femenino, ocho años después del que logró en Nagano´98.

Tras Timmer, de 31 años, acabaron la canadiense Cindy Klassen, plata a sólo cuatro centésimas, y la gran favorita, la alemana Anni Friesinger, que terminó tercera a seis centésimas y que tuvo que conformarse con el bronce.

Marianne Timmer, tercera en los Mundiales de Inzell (Alemania) de 2005 y subcampeona en los de 2004, disputados en Seúl, logró el oro en Nagano´98, pero en Salt Lake City sólo pudo ser cuartas. Hoy se ha resarcido con creces al recuperar el oro.

La pareja alemana, integrada por Andre Lange y Kevin Kuske, con el "bob" Alemania-1, se proclamó campeona olímpica en la prueba de bobsleigh por parejas, en Cesana Pariol. Tras "Alemania-1", se clasificó la pareja canadiense Pierre Lueders y Lascelles Brown, con el "Canadá-1", que es la actual campeona del mundo de la especialidad.