El Zamora creó una buena ocasión a los diecinueve minutos en un centro de Candela que no atrapó Jacobo y que tanto Omar como Javi Ballesteros no supieron aprovechar, aunque el de Montamarta remató de chilena y el colegiado señaló la consiguiente falta por estimar juego peligroso. Los de Raúl González querían pero no podían y eso que en el mismo minuto 19 Quini estuvo a punto de sorprender a Jacobo con un lanzamiento desde unos 40 metros que el cancerbero envió a córner; también Emilio lo intentaba desde fuera del área pero el esférico se iba muy desviado.

Los rojiblancos no pasaban ningún tipo de apuro en defensa; Otero y Hedrera estaban muy seguros en el centro de la zaga y Candela apagaba por completo a Asier a quien su entrenador, Alfredo Merino, acabó cambiando de zona porque por la del asturiano no había nada que hacer; también Cristóbal por la derecha se hacía fuerte en su banda.

Cuando el primer tiempo tocaba a su final pudo haber llegado el 0-1 pero la suerte no estuvo en esta ocasión con los rojiblancos. Otero sacaba una falta desde unos 30 metros, el central pegaba duro al balón y éste golpeaba en el defensa Víctor Espasandín para coger una parábola y estrellarse en el larguero cuando Jacobo estaba batido. Fue la gran ocasión para haberse ido al descanso con una mínima ventaja, pero se mantuvo el 0-0 inicial, el cuero no había querido entrar. El Zamora fue quien más buscó la portería pero no dio con ella.

Dos ocasiones de gol, una en cada área, abrieron una segunda mitad en la que el Zamora iba a volver a ser más ambicioso a pesar de jugar con el viento en su contra. Germán Hornos y Borja no acertaron a rematar un esférico que se había quedado suelto en el área zamorana a los 49 minutos e instantes después un córner que sacó Roberto Encinas fue cabeceado con peligro por Javi Ballesteros pero el balón fue despejado por un defensa cuando iba camino de las mallas.

No era el Zamora vistoso que jugó en León cuatro días antes, pero la seriedad defensiva con la que se mostraba en el campo y la capacidad de trabajo de sus hombres, le permitía mantener su portería sin grandes sobresaltos hasta que en el minuto 57 el Valladolid B estuvo a punto de conseguir el 1-0 en una doble oportunidad cuando Omar sacó bajo los palos un remate de Bayón y posteriormente Dani Hedrera se vio obligado a enviar a córner cuando Hornos se disponía a empujarlo al fondo de la portería rojiblanca.

Fue el único aviso que el Valladolid B pudo darle a un Zamora que fue a más a medida que avanzó el segundo tiempo aunque bien es verdad que lo hizo sin desplegar un gran juego.

Raúl González comenzó a mover el banquillo, dio entrada a Xaco por un desafortunado Omar y a los 74 minutos hizo reaparacer a Iván Zarandona, eran los primeros minutos del centrocampista rojiblanco que iba a entrar en varias ocasiones en acción, aunque bien es verdad que de los siete pases que dio a sus compañeros, en cinco veces los realizó hacia atrás y nunca buscando la verticalidad hacia la portería vallisoletana.

El Zamora siguió buscando la portería pucelana para tratar de llevarse los tres puntos pero lo que no encontraron los rojiblancos fue el gol. El guardameta Jacobo se tenía que tirar a los pies de Javi Ballesteros en una internada del ariete zamorano y acto seguido el cancerbero detenía en dos tiempos un centro chut de Cristóbal desde la banda derecha.

Mientras que el Valladolid B empezaba a pedir la hora, el Zamora C. F. subía de revoluciones pero ya no iba a haber tiempo para desnivelar la contienda.