Minsk.-La inspiración de Vladimir Voltchkov y la seguridad de Max Mirnyi se unieron para que Bielorrusia derrotara a España y lograra el paso a los cuartos de final del Grupo Mundial, al vencer en el punto del doble a Feliciano López y Fernando Verdasco por 7-6 (2), 6-4 y 7-5. Con el 3-0 asegurado en dos horas y 16 minutos, y ante la sonrisa y alegría del presidente del país, Aleksandr Lukashenko, que acudió al Football Manege Stadium rodeado de unas impresionantes medidas de seguridad, Bielorrusia finiquitó el duelo contra el equipo de Emilio Sánchez Vicario sin necesidad de los resultados de la tercera jornada.

La frase de Feliciano López «hemos perdido por 3-0 y casi no nos hemos enterado», define prácticamente lo que ha sucedido en Minsk, donde la superioridad bielorrusa ha sido aplastante.

España ahora deberá esperar al sorteo, del 12 de abril, que reunirá a todos los equipos que han perdido en primera ronda en el Grupo Mundial y a los que venzan en las respectivas zonas locales, y jugará por eludir el descenso, del 22 al 24 de septiembre. Será el segundo año consecutivo y el duodécimo en el que se ve obligada a hacerlo. El pasado año, tras caer ante Eslovaquia en primera ronda, el equipo logró mantenerse al derrotar a domicilio a Italia, en Torre del Greco, por 3-2.

En realidad, la eliminatoria estaba ya casi sentenciada después de los resultados del viernes y las victorias de los dos individuales bielorrusos. Era muy difícil afrontar un destino en el que el conjunto español nunca había logrado superar un 2-0 adverso en 170 confrontaciones y hacerlo además ante una conjuntada pareja que lleva jugando en 21 de ellas desde 1994 (16-6) y figuran invictos en seis duelos en casa. Y más debutando Fernando y Feliciano en Copa Davis.

El reto para España era ganar un doble por primera vez desde que Tommy Robredo y Rafael Nadal se impusieron en septiembre del 2004 en las semifinales contra Francia en la plaza de toros de Alicante, a Arnaud Clement y Michel Llodra, y mantener así el último soplo de esperanza. Pero aquello fue en tierra y no en una pista tan rápida como la de Minsk. Además, el brazo de Feliciano López no contribuyó como se esperaba al principio.