-Tres puntos de oro.

-Sí, pero por encima de los tres puntos lo que hemos visto hoy creo que es para estar muy satisfechos por el trabajo que se ha hecho esta semana. Teníamos muy trabajado y muy estudiado al RAM y hemos conseguido enlazar dos partidos seguidos en casa, en los que hemos sido superiores tácticamente al rival y, aunque el día de Gáldar no se reflejó en el resultado, creo que hoy el resultado ha sido justo.

-¿Demasiada poca "chicha" había hoy en el RAM?

-Igual que otros días puedo decir que mis jugadores han permitido mucho al rival, como la semana pasada, creo que hoy, todo lo que teníamos trabajado para hacerle daño a los buenos jugadores de un buen equipo que es el RAM, lo hemos hecho, nos ha salido y, lógicamente, lo que ha pasado es que la teoría se ha llevado a la práctica. A ellos no los hemos dejado jugar cómodos y el RAM puede que haya dado peor sensación de lo que podía preverse, pero es, sobre todo, mérito del trabajo que hemos hecho nosotros.

-El buen trabajo defensivo ha hecho daño.

-Más que trabajo defensivo, creo que hemos aplicado la defensa en los sitios donde el RAM hace daño, en jugadores decisivos. Y hemos intentado dar la vuelta al planteamiento inicial del partido en el que el RAM fuera de casa deja bastante posesión y te machaca a la contra. Pero por encima de todo, lo que nos ha podido dar la superioridad en acciones defensivas es que hemos tapado al rival donde hace daño y que nos ha dado buen resultado la alternancia, una vez más, de la zona en 14 metros y de defensa alternativa en la presión.

-Decía Roberto Garrido que le partido le había parecido malo.

-Yo creo que, por nuestra parte, ha sido muy táctico. Hemos cumplido nuestro objetivo, hemos manejado el partido, los ritmos, las ocasiones y creo que hemos hecho un muy buen partido, tanto en defensa, en ataque y Víctor bajo palos y que, incluso, hemos podido marcar más goles.

-El último gol de la primera parte fue psicológico.

-Claro, porque faltaban de seis segundos; pero más que por el tiempo, fue clave porque pedimos un tiempo muerto para marcar una jugada, repasarla y, luego, ejecutarla y meter un golazo. Les ha hecho daño por eso, por la forma, más que por el 2-0 en sí.