Quizá ayer fue la primera vez en la que José María Casas y Miguel Angel Alvarez Tomé no se pusieron de acuerdo en algo. Cada uno miró por los intereses de sus respectivos equipos. Tras un cambio de impresiones y después de conocer la suspensión del encuentro, Casas y Tomé quedaron tan amigos, como siempre, y es que no quita que en un futuro muy próximo ambos se vuelvan a encontrar en el mismo bando. Tiempo al tiempo.