Fue uno de los momentos más tensos de las "negociaciones" entre ambas directivas sobre si se jugaba o no el partido. El presidente del Zamora, José María Casas, y el vicepresidente de la Cultural, Carlos García, íntimos amigos, tuvieron sus más y sus menos en el túnel de vestuarios; a los leoneses no les pareció nada bien la postura del Zamora y menos cuando el árbitro decretó la suspensión.