París (Francia).- El estadounidense Lance Armstrong, del Discovery Channel, se despidió ayer del ciclismo profesional a los 33 años después de dar su séptima vuelta de honor consecutiva en los Campos Elíseos de París, donde terminó la vigésima primera y última etapa del Tour de Francia, en la que se impuso el kazako Alexander Vinokurov, y Francisco Mancebo terminó, cuarto, como primer español. Armstrong, después de trece años de profesional y once participaciones en el Tour con veintidós triunfos de etapa, se jubiló vestido de amarillo, en la cumbre más alta jamás alcanzada en la prueba más importante del mundo. Puso la bandera de su país en una cota que difícilmente será superada por ningún otro ciclista, lo que le confiere el aura de irrepetible. Dominador de principio a fin, con los rivales impotentes ante su dominio y más conservador que en anteriores ediciones, cumplió su reto personal y su compromiso con el patrocinador, por lo que se marcha dejando abierta la línea de sucesión y debate sobre quien será su heredero.

El corredor de Texas se hizo la foto de honor junto a dos viejos conocidos, el italiano Ivan Basso (CSC), segundo clasificado a 4.40 y el alemán Jan Ullrich, "ese corredor que se descentra en las primeras etapas" tercero a 6.21. El líder del T-Mobile, vencedor en 1997 y 5 veces segundo, estrenó el único puesto del cajón que no conocía.

El ciclismo español, huérfano de pasión desde la retirada de Alejandro Valverde en la decimotercera etapa, aportó dos corredores al "top ten". El primero de ellos, cuarto, Francisco Mancebo (Illes Balears), infalible en su regularidad y mejorando su actuación de 2004. Oscar Pereiro (Phonak), ganador en Pau y "Supercombativo" del Tour 2005, con su correspondiente dorsal rojo y 20.000 euros más en el bolsillo, repitió puesto, décimo.

Tres etapas quedaron en las arcas españolas, la mencionada de Pereiro, la de su paisano y amigo Marcos Serrano (Liberty), que vino a aliviar la penuria de su equipo y la excepcional de Valverde en Courchevel, en un inolvidable mano a mano con el mismísimo Armstrong. El murciano podrá contar a sus hijos, cuando los tenga, que fue el único que hizo hincar la rodilla al americano antes de retirarse con siete Tours en su palmarés.

De los jefes de filas, antes de empezar llamados favoritos o candidatos al triunfo, sin noticias. Tanto Iban Mayo (Euskaltel) como Roberto Heras (Liberty) desaparecieron en los primeros combates y se hundieron como plomo en el agua en su terreno, en la montaña, además, a las primeras de cambio. El suspenso en julio les obligará al aprobado en septiembre. La Vuelta les ofrecerá otro examen. Con Valverde como esperanza de futuro, algunos jóvenes dejaron un alivio de futuro, como el caso del madrileño Alberto Contador, quien en su primera participación y solo 22 años, se ha defendido con buena nota en todos los terrenos. Se cuenta con él para el inmediato cambio generacional.

El resto de los podios de honor se repartieron de la siguiente manera: el danés Michael Rasmussen sucedió a Virenque en el premio de la montaña. Fue la revelación hasta la contrarreloj de Saint Etienne, pero después de dos caídas y tres cambios de bicicleta, el apodado "pollo" pasó del tercer al séptimo puesto de la general.

El maillot verde fue a parar al noruego Thor Hushovd, el más regular de los corredores completos que se dejan notar en las llegadas masivas, aunque se fue de vacío. El mejor joven fue el ucraniano Yaroslav Popovych, del Discovery, de 25 años, según Armstrong su sucesor. Y por equipos el T-Mobile se llevó los galones por delante del Discovery, con la propina final de Vinokurov.

En la etapa, como es habitual en la jornada de clausura, ambiente festivo, esta vez bajo la lluvia, copas de champán en homenaje al campeón y charlas varias entre los 155 componentes del pelotón, entre los que rodaba el farolillo rojo, el español Iker Flores (Euskaltel), quien pasará a los libros de historia con su apartado propio, cosa que no consigue, por ejemplo, el clasificado en el puesto 73. Algo es algo. Pero no faltó el susto de rigor, ya que Armstrong estuvo a punto de sufrir una caída cuando 3 de sus compañeros, con Hincapie y Popovych al frente y a 65 kilómetros de meta, se fueron al suelo en una curva por culpa del asfalto mojado. El texano se quedó a un palmo del aterrizaje forzoso.

Su triunfo oficial se adelantó al primer paso por la meta de los Campos Elíseos, ya que la organización paró el cronometro con antelación por las malas condiciones climatológicas y el correspondiente peligro de accidentes. Los Campos Elíseos eran una auténtica pista de patinaje.

Vinokurov, que atacó a dos kilómetros de meta y ya no hubo forma de alcanzarlo, invirtió un tiempo de 3h.40.57. Era su segunda victoria después de la alcanzada en Briancon. Y así se cerró la edición número 92, la del final del ciclo del emperador Lance Armstrong. Sus seguidores le despidieron con calor. "Hasta siempre, Lance".

Armstrong: «Basso es el futuro de esta carrera»

El estadounidense Lance Armstrong, desde ayer retirado del ciclismo después de aumentar un peldaño más su leyenda con el séptimo Tour consecutivo, piensa ya en otro tipo de vida alejado de la bicicleta, pero antes, desde el podio, lanzó la proclama de «Viva el Tour forever» y señaló a Basso como «el futuro». «Estar aquí, en este podio, es un sueño. Ha sido difícil llegar hasta aquí con rivales como Basso, el futuro del Tour, y Jan Ullrich. Este resultado no lo hubiera conseguido sin el mejor equipo, con toda la gente que le rodea, no sólo los corredores», señaló un emocionado Armstrong.

El americano señaló que siente «pena por todos aquellos cínicos y escépticos del ciclismo», y agregó: «Este es el deporte más difícil, más bello, el más duro y el más increíble. Es necesario que crean en nosotros. Viva el Tour, Forever», proclamó. Armstrong se bajó de la bicicleta para siempre con el mejor recuerdo localizado «en el sexto Tour», aquel que le permitía superar en el palmarés a Anquetil, Merckx, Hinault e Indurain. «El sexto Tour fue especial, muy particular, nunca lo podré olvidar. Era un récord histórico que me ponía por delante de las grandes leyendas de la carrera. Este año, claro que es importante, pero el séptimo era cuestión de un desafío personal y un compromiso con el patrocinador», dijo Armstrong. El ciclista del Discovery Channel, admitió que afrontó el Tour 2005 «sin ninguna presión», lo que le permitió correr más relajado, con otros alicientes, como el hecho de permitir a sus tres hijos ver ganar a su padre, a lo grande, en su último año en activo. Ya retirado, Armstrong comienza otro modo de vida. Sin su objetivo de asistir puntual a la cita de julio con la obligación de ganar, prometió volver a repartir experiencia entre sus ya ex compañeros. «No sé que haré en 2006, pero seguro que vendré al Tour a ver la carrera desde el coche. Puedo ayudar a los corredores hablando de la carrera, de la táctica. No tengo la intención de ser una figura pública los próximos años, necesito hacer vida privada. Tengo curiosidad por ves qué pasa en el Tour el año que viene», explicó.

Ullrich: «Quiero ganar otra carrera francesa»

El alemán Jan Ullrich, ganador del Tour de Francia en 1987, anunció ayer que seguirá compitiendo hasta alcanzar su segundo triunfo en la carrera francesa porque es «la más importante del mundo» y pretende «volver a la cima». «Quiero ganar de nuevo el Tour y volver a la cima. Correré hasta que haga falta hasta alcanzar una segunda victoria», señaló Ullrich, tercer clasificado de la presente edición por detrás de Armstrong y del italiano Basso.

Ullrich, de 31 años, reconoció la superioridad del estadounidense Armstrong: «Chapeau. Hay que reconocer que nadie ha estado a su altura. Yo tampoco. Le deseo buena suerte. Con él, se va un gran deportista», dijo. El alemán explicó que «Lance es un hombre que nunca ha mostrado debilidad y eso, merece un reconocimiento». «Yo he demostrado que aún puedo subir al podio y eso me hace feliz. Sin las dos caídas que sufrí, las diferencias hubieran estado más ajustadas», precisó.

Vinokurov: «Vencer en París es algo increíble»

El kazako Alexander Vinokurov, vencedor de la última etapa en París, dedicó su éxito a su compatriota Andrei Kivilev, fallecido hace unos años tras sufrir una caída y anunció que dará el nombre de su próximo equipo «la próxima semana».

«He sentido una gran emoción en la llegada por el recuerdo de Kivilev. En Saint Etienne (lugar donde ambos residieron) me acordé mucho de el y pensé que podría intentar dedicarle la etapa de París. He arrancado con todo el coraje del mundo al final y han salido las cosas bien. Ganar aquí es algo increíble», señaló el corredor del T-Mobile.

Vinokurov, que no seguirá la próxima temporada en las filas del T-Mobile, tiene varias ofertas, pero no quiso desvelarlas. «El nombre de mi nuevo equipo lo diré la semana que viene», precisó.

Mancebo: «Estoy muy satisfecho por cómo han salido las cosas»

El ciclista del Illes Ballears Francisco Mancebo, el mejor español en la general tras conseguir el cuarto puesto, se mostró muy satisfecho por esa plaza, pero advierte que el próximo año quiere subir al podio. «Visto lo visto no hubiera podido estar más adelante, con los nombres que hay, pero estoy muy satisfecho por cómo han salido las cosas. Pensando en el futuro, algún día podré estar subido en el podio», señaló al término de la última etapa, que «se hizo un poco largo porque el suelo patinaba mucho y ha habido bastantes caidas». Y de cara al futuro, confía en seguir en el Illes Balears, acompañado por Alejandro Valverde, que dejó muy buenas sensaciones en su debut en la ronda gala. «Me gustaría continuar y haré todo lo posible. Si estuviéramos Alejandro y yo con un buen equipo podríamos hacer mucho daño y conseguir un triunfo que hace muchos años que no consigue un equipo español», destacó.

Por otro lado, Mancebo reconoció que este año no buscó ninguna victoria de etapa porque su objetivo era la clasificación general. «No es una espina porque no he buscado la etapa, he pensado más en la general. Tampoco me voy con esa sensación porque las ocasiones han sido pocas, fíjate Armstrong que logró el triunfo en la penúltima etapa», explicó.

Pereiro: «Es un reconocimiento al esfuerzo y al trabajo»

El ciclista español del conjunto Phonak Oscar Pereiro, que recibió el premio a la combatividad tras cruzar la meta en los Campos Elíseos tras la última jornada del Tour, mostró su satisfacción por este galardón. «Es un premio que te atribuyen por el esfuerzo y el trabajo, por lo que es un reconocimiento muy bonito y que siempre gusta», explicó a su llegada a meta.

Con su décima posición se corona como un ciclista con grandes posibilidades. «Hay que ser más ambicioso, dos años entre los diez primeros no es casualidad. Hay que cambiar el chip e ir paso a paso», añadió tras recibir el premio de manos de Bernard Hinault.

Por su parte, el corredor español del Liberty Seguros Marcos Serrano se mostró muy feliz con la labor realizada este año: «Ha sido difícil llegar hoy, pero se lo dedico a todos los que no han dejado de apoyarme», dijo.

También felicitó al ciclista ganador de la etapa de ayer, el kazako Alexander Vinokurov, «ha ganado como un señor hoy». El equipo Discovery Channel también contaba con representación española de la mano de Chema del Olmo que aseguró lo difícil que había sido este Tour para todo el equipo, «ha sido un Tour muy lento y duro».