Tianjin (China).- Vanderlei Luxemburgo, técnico brasileño del Real Madrid, prometió ayer a los aficionados chinos que verán a todas las estrellas hoy en el amistoso ante el Beijing Guoan, en el que no estará Robinho cuyo fichaje dijo que «todavía está por finiquitar».

Luxemburgo repitió el tono prudente que minutos antes mostró Emilio Butragueño, vicepresidente y director deportivo del Real Madrid, acerca del fichaje de Robinho.

El técnico brasileño, que en los días previos no ha ocultado su agrado por la contratación de su compatriota, no valoró abiertamente los últimos movimientos del club y el pago del 60 por ciento de la cláusula perteneciente al Santos. «No sé si el fichaje está cerrado. Hasta que no esté al cien por cien no puedo hablar. Dejemos las cosas estar y que se cierren. Llevamos mucho tiempo hablando y hay que esperar un poquito más porque todavía está por finiquitar», dijo en rueda de prensa.

Luxemburgo aseguró a los miles de aficionados chinos que están expectantes por ver el encuentro que disputa hoy el Real Madrid frente al Beijing Guoan, que presenciarán a los mejores jugadores sobre el campo, lo que confirma la total recuperación del inglés David Beckham y el brasileño Ronaldo, que arrastrabas sendas contracturas musculares. «Las estrellas jugarán el tiempo necesario para que la gente se divierta», aseguró el técnico brasileño al ser preguntado si se verá sobre el césped a Raúl, Ronaldo, Roberto Carlos, Owen, Figo, Zidane y Beckham.

Luxemburgo dirigió a sus jugadores ayer en un entrenamiento en la ciudad de Tianjin, a 150 kilómetros de Pekín, al que asistieron nada menos que 30.000 personas, en un Estadio Teda casi lleno. Preguntado sobre si valió la pena el largo desplazamiento (cuatro horas de autobús) para ir a entrenar tan lejos de Pekín, Luxemburgo aseguró que viendo la pasión de los aficionados «se puede responder si valió la pena o no». También salió al paso de las críticas a la gira publicitaria del Real Madrid, en la que los jugadores tienen numerosos actos públicos y encuentros con los aficionados, asegurando que la gira «es necesaria» y que «el negocio del fútbol hay que hacerlo con inteligencia».