El equipo zamorano se desplazó a León con tan solo cinco jugadoras disponibles e Inés que padece un esguince en el tobillo y que no puede jugar. El partido comenzó con las zamoranas muy nerviosas por la falta de recambios en el banquillo, lo que provocó fallos en ataque en situaciones fáciles. La actitud defensiva fue buena durante todo el encuentro, teniendo que cuidar las faltas cometidas para poder terminar el encuentro las cinco jugadoras, aunque la sorpresa no fue posible.

En la próxima jornada, el Caja Rural A recibirá al equipo de Ponferrada.