Tras un parón de visitas y por lo tanto de ingresos y, en consecuencia, de la construcción de la Sagrada Familia por efecto de la pandemia, el templo de Antoni Gaudí mira el futuro con cierto optimismo después de un 2022 en el que las cifras, todas, han dado un vuelco y se otea una cierta normalidad en el horizonte. Sus responsables aún no se atreven a dar fecha de finalización total de la basílica, la de 2026 dejó de ser posible con el covid, pero sí han anunciado este jueves que ese año o antes, en 2025, la torre de Jesús, el punto más alto del templo y de la ciudad, con permiso de la torre de comunicaciones de Collserola, será una realidad. O esa es la voluntad: "La ilusión es que se pueda coronar la cruz en el aniversario de la muerte de Antoni Gaudí y la celebración de Barcelona Capital Mundial de la Arquitectura", ha afirmado Jordí Faulí, arquitecto de la basílica. Cuando esté acabada alcanzará los 172,5 metros de altura y contará con una cruz de 17 metros de cerámica blanca esmaltada en su cima. 

Antes, en 2023, se pondrá la última piedra de las cuatro torres de los evangelistas. A finales de este año, en diciembre, se culminarán la de Lucas y la de Marcos, y para el próximo la previsión es acabar la de Juan y la de Mateo. Los cuatro terminales coronados cada uno con la simbología del tetramorfos que les identifica (el ángel para Mateo, el león para Marcos, el toro para Lucas y el águila para Juan) realizados por el escultor Xavier Medina Campeny y con una altura final de 135 metros. Así, con la torre de María (138 metros) iluminada desde diciembre pasado, con bendición papal incluida, los cinco cimborrios acabados en 2023 y la previsión de terminar la de Jesús en 2026, la basílica dará por construidas las seis torres centrales que Gaudí proyectó para el templo. 

Visitas e ingresos

Las buenas noticias llegan con la recuperación tras el debacle que supuso la parada de la actividad a la que obligó el covid. Las cifras prepandémicas (4,7 millones de visitantes en 2019) aún no se han recuperado, pero sí se han superado las previsiones de 2022. El año en curso se esperaba llegar a los 1,6 millones de visitas, pero finalmente serán, si todo funciona como hasta la fecha, 3,4 millones. Los ingresos también han crecido, de manera que se espera alcanzar los 87 millones de euros este 2022 e ingresar 102 en el 2023 (los mismos que en 2019). Aun así la normalidad absoluta no espera la basílica alcanzarla hasta 2024, será entonces cuando sus responsables se atreverán a dar una nueva fecha de finalización de la construcción.